El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 que dirige Pablo Bustinduy quiere regular junto al Ministerio de Sanidad, la calidad de las comidas en hospitales y residencias de mayores, igual que se hizo en colegios e institutos, para “garantizar unas condiciones mínimas para salvaguardar el derecho a una alimentación saludable y digna”.

Esta nueva normativa, informaron fuentes del Ministerio, responde a las numerosas denuncias y propuestas de mejora expresadas tanto por parte de la ciudadanía y entidades sociales, como por los propios colectivos profesionales, sobre la necesidad de mejorar la alimentación en hospitales y residencias.

El nuevo real decreto desarrollará las previsiones contenidas en la ley de seguridad alimentaria y nutrición estableciendo criterios mínimos de calidad nutricional y de sostenibilidad que orienten la contratación, adquisición y oferta de alimentos y bebidas en servicios de alimentación de hospitales y residencias. 

Se sigue así la estela del real decreto que obliga a ofrecer fruta y verdura fresca todos los días y a servir pescado entre una y tres veces a la semana, al tiempo que limita el consumo de fritos y sal y elimina la bollería industrial.

El ministro explicó este jueves que el objetivo es “garantizar unas condiciones mínimas para salvaguardar el derecho a una alimentación saludable y digna en residencias y hospitales”, como ya se hizo en los colegios.

 “A todos nos ha pasado que estando convalecientes en un hospital, o acompañando a otra persona, nos ha chocado que la alimentación no corresponde con el tratamiento que estamos recibiendo”, dijo Bustinduy y añadió que “todo el mundo ha podido ver o vivir que en las residencias las personas dependientes en demasiadas ocasiones no reciben la alimentación digna que merecen”, y de ahí que se tome esta medida.