El juez Peinado lleva un año investigando a la mujer del presidente por tráfico de influencias a favor de una aerolínea, por impartir una cátedra en una universidad, por ayudar a otro empresario, por apropiación ilícita de un shoftware y por tener una asistente personal. Estas líneas de investigación suman quince tomos y todo está en orden, o sea, que no ha descubierto nada punible. Lo lógico sería archivar el caso, pero ha imputado a los testigos que no han declarado lo que el quería escuchar, y ha conseguido permiso para prolongar la instrucción cinco meses más, supongo que para ver si en algún sitio encuentra algo, o alguien le dice algo que suene a indicio. Ojala la Audiencia Madrileña hubiera ordenado al instructor del caso Bárcenas que prolongara las pesquisas para saber si un tal M.Rajoy, que no había declarado a Hacienda 120.000 euros, es como muchos sospechamos Mariano Rajoy.