Estaban nerviosos, sí; por eso repetían una y otra vez que lo suyo era jugar a fútbol y que cambiar la pelota por los micrófonos y el parqué por un escenario ante miles de personas les imponía bastante. Sin embargo, Iván Rumbo, Rubén Orzáez y David Doce “Turbi” salieron airosos de la dura prueba que supuso para ellos pronunciar el pregón de las fiestas de verano de Ferrol y dar el “chupinazo” en Armas este viernes.
Previamente, a las 21.00 horas, la corporación municipal, con el alcalde Rey Varela a la cabeza, les ofreció a ellos y al resto del equipo, también a su presidente Julio Martínez, una recepción en el Palacio Municipal donde dejaron su impronta en el Libro de Oro de la ciudad, confesando con humor su nerviosismo.
Media hora después ya estaban dirigiéndose a los ferrolanos, que recibieron a los campeones con una gran ovación. “Nunca me imaginé que estaría Omar Montes esperando a que yo terminara de hablar”, dijo Orzáez entre risas, repitiendo que se sentía “un ferrolano más, enamorado de Galicia”.
Admitieron que, aunque ellos lo hicieron fácil, meterse de nuevo en la liga de los grandes “non foi doado” y, confesando de nuevo que “os nosos pés falan mellor ca nós”, insistieron en que, durante esta semana de fiestas, “hai que celebrar e desfrutar desta grandísima cidade”. “Dá igual que sexas do Racing, do Baxi, do Parrulo ou de todos, estes días non hai equipos, todos xogamos no mesmo, no das festas”, incidieron.
El regidor, por su parte, apunto que “somos unha gran cidade cun equipo de Primeira” y elogió no solo la hazaña de los “parrulos”, sino también que la urbe tiene “a mellor música, a mellor cultura e o mellor deporte”, valoró, pidiendo que este tiempo de celebración sirva para que la felicidad se expanda por las calles y que la gente, de todas las edades, viva un agosto más en un “feliz Ferrol”.