Hartos de verse únicamente cuando tocaba despedir a un familiar, “Os Valerios” decidieron hace un año cumplir con el deseo que formulaban una y otra vez en el cementerio: verse para celebrar la vida. Y bajo esa premisa estuvieron este domingo compartiendo mesa los López Prieto en el local social de Lavandeira, en Cabanas.
Manolo López Rodríguez, el encargado de organizar la comida y elaborar los más de 30 costillares de churrasco a la brasa, confesó a este periódico que “nos queremos moito, estamos moi unidos e toda a familia quéreme ben”, de ahí que esté feliz por haberle dado de comer a los cerca de 80 descendientes de esos nueve hermanos que recibieron su nombre de una tía abuela, Valeria, que emigró a Uruguay.
Con 80 años el mayor de los primos y menos de 10 el más pequeño de los asistentes, residen dispersos por Ferrolterra y en otros lugares de Galicia. Todos acudieron para seguir manteniendo el vínculo de unión y, además de la carne y sus chorizos, no faltaron los entremeses a base de empanada y embutidos.