El Ares Indiano baja el telón con la presencia de familiares de los emigrados a Cuba

Estos destacaron la importancia del reconocimiento a sus antepasados y a la memoria colectiva
El Ares Indiano baja el telón con la presencia de familiares de los emigrados a Cuba
Un momento de la festividad | EMILIO CORTIZAS

La celebración del octavo Ares Indiano fue el epicentro para muchos y muchas durante este fin de semana. Y a pesar de que algunos llevan tomando parte desde el primer momento, lo hacían de forma anónima. Este es el caso de Montse Larios y Juanita Martiño, madre e hija que, por primera vez, acudieron al acto institucional.

 

 

 

 


No es para menos, pues la mayor es la sobrina de Domingo Troche, el que fue presidente y socio fundador de la Alianza Aresana hace más de un siglo y cuyo nombre reluce hoy en una de las plazas de la localidad.
Este año decidieron “darse a conocer” después de enterarse de este reconocimiento. Aseguran que tanto el hecho de asistir a la presentación oficial, como la nomenclatura, suponen un sentimiento “maravilloso”, ya que “es una forma de dar valor a aquello que hicieron nuestros antepasados, que buscaron la forma de que los niños y niñas tuviesen una educación pública, gratuita, en igualdad de sexo, religión y cultura”, una labor sin duda encomiable y por la que se sienten “realmente agradecidas”.

 

Memoria colectiva


Consideran que con esta decisión se está “reconociendo de manera verdadera” aquello que dio comienzo en 1908 en la Habana. Es más, estas mujeres no sólo hablan por ellas o de sus antepasados, sino de todos aquellos que dejaron el hogar y decidieron emigrar, pero nunca se olvidaron de sus raíces, haciendo lo posible para que la tierra de origen también tuviera posibilidades de crecimiento.

 

 

 

 


Recuerdan a otros y otras, que “se marcharon y desde allí enviaban lo posible, levantando hasta la fe de los que quedaban en casa”, y ponen en valor una celebración como la del Ares Indiano, que después de ocho años le sigue siendo fiel a los inicios y a ese dogma de “distinguir” el pasado colectivo de la villa, pero también de muchos otros municipios de Galicia. 


La despedida


Las festividades partieron ayer de la villa, con una edición que, a pesar del calor, constató que las altas temperaturas no son un impedimento para vestirse de época, y mucho menos para disfrutar de un fin de semana que permite, en cierta medida, hacer un particular viaje al pasado. 


Con propuestas para todos los gustos, entre bólidos y obras de literatura, acompañados por mucha música, la cita deja buen sabor de boca en todos aquellos que “buscamos recordar y disfrutar la historia”

El Ares Indiano baja el telón con la presencia de familiares de los emigrados a Cuba

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