Las personas que se ofenden con las políticas de igualdad tendrán dificultades para justificar su posición cuando vean que el 80% del callejero de Ferrol –es decir, de los nombres de plazas y calles– tiene denominación masculina. Hay razones de todo tipo, herencia de un mundo desigual, es cierto, pero también es necesario actuar en ese sentido, sobre todo porque hay personalidades relevantes suficientes para intentar corregir esta situación.