Djibril Diagne, responsable de la cafetería Al Toque, está convencido de que “siempre es mejor trabajar para uno mismo que para los demás”. Su experiencia en el sector de la hostelería lo llevó a plantearse montar su propio negocio. “Quería emprender desde hacía tiempo porque no quería seguir trabajando para los demás. Sentía que las personas con las que había trabajado habían crecido mucho y yo seguía en el mismo sitio”, apunta. 

Además, Diagne también tenía claro que el lugar tenía que ser el barrio de A Magdalena. “Hubo posibilidades en otros sitios”, comenta, “pero yo quería estar aquí: cuando surgió esta posibilidad, decidí no dejarla pasar”. No obstante, Djibril reconoce que, a pesar del entusiasmo y los beneficios de trabajar por cuenta propia, también hay una parte negativa. 

“Diría que muchas cosas, porque no lo ponen nada fácil; hay trabas para absolutamente todo, tienes que ser muy paciente y tener en cuenta que la burocracia en este país va de aquella manera”, explica antes de añadir que “también es importante tener un poco de suerte porque, además, pagas hasta por estornudar”. 

A pesar de todo, Diagne anima a optar por el emprendimiento. “Les diría, en primer lugar, que no lo duden porque las dudas solo provocan inseguridades. Si lo tienes claro en tu cabeza, h­azlo. Y luego es muy satisfactorio ver al cabo de un tiempo cómo va creciendo poco a poco lo que tú mismo pusiste en marcha”, asegura.