Concretamente, el órgano rector del baloncesto nacional obliga a que los integrantes de los doce equipos participantes, así como los arbitros y los representantes federativos –más de 110 personas– estén alojados durante las jornadas que dura la fase en un único hotel con el fin de crear un entorno burbuja. El Baxi Ferrol se ha topado con el problema de que ninguno de los establecimiento hoteleros de la ciudad tiene capacidad suficiente para ello y, aunque propuso a la FEB presentar una candidatura con dos alojamientos, la federación ya le advirtió que dará prioridad a cualquier otra propuesta que sí cumpla con las bases establecidas.
Este escenario ha supuesto un verdadero varapalo para la entidad que, desde que el equipo consiguió la clasificación matemática para la fase de ascenso, comenzó a trabajar recabando los apoyos de la Xunta, la Diputación, el Concello de Ferrol y el patrocinador, Baxi, para postularse como organizador. Una aspiración a la que hora tiene que renunciar por cuestiones logísticas a pesar de que todas estas entidades, tanto públicas como privadas, le habían mostrado su respaldo.
Así las cosas, el que se disputará mañana ante el Ardoi será el penúltimo partido que el Baxi jugará esta campaña en A Malata y lo hará con la presencia de 250 aficionados después de que el alivio de las restricciones impuestas por la Xunta con motivo de la pandemia permitiese ampliar el aforo en las instalaciones.