“Navantia solo puede ser viable si se garantiza su competitividad”

“Navantia solo puede ser viable si se garantiza su competitividad”
Diario de Ferrol-2015-05-24-002-80961cae

El director de los astilleros de Navantia Ferrol-Fene, Julio Martín, contestó para Diario de Ferrol un cuestionario sobre la situación actual y las perspectivas del sector naval en Ferrol.

En Ferrol hemos asistido en los últimos años al desmantelamiento de gran parte de la industria auxiliar naval y a cierta parálisis de los astilleros públicos, que no llegan a saturar su capacidad de producción. Según la estrategia que actualmente está poniendo en práctica la compañía, ¿esperan que en el futuro se recupere un nivel de empleo similar al de hace cuatro años?
No es nuevo afirmar que el sector de la construcción naval es uno de los sectores más ampliamente globalizados, con China, Corea y Japón liderando el mercado de forma determinante. Es suficiente indicar que la cartera mundial de pedidos de esos tres países suma a finales de febrero el 95% del total de las previstas. La cifra es aún mas alarmante si incluyeramos otros países asiáticos, tales como Filipinas, Taiwan, Vietnam, Singapur, etc.
 El sector, después de unos años de fuerte demanda, alcanzó en el año 2007 su punto de inflexión, iniciándose un fuerte retroceso derivado de la crisis mundial a la que nos vimos expuestos. La crisis afectó de manera muy notable a la construcción naval en toda Europa y especialmente en España, donde Navantia pasó un largo perido sin lograr nuevos contratos.
 Afortunadamente la tendencia cambió el pasado año, y en la actualidad construimos en Ferrol el flotel para Pemex y el sexto BAM para la Armada española. Además, fructificó la apuesta por la diversificación, se consiguió cerrar el contrato de construcción de las 29 jackets para el parque offshore de Wikinger, cuya construcción arrancará en los talleres de Fene de forma inmediata. Adicionalmente en el muy corto plazo tenemos el contrato de transferencia técnológica del LPD turco, y se prevé iniciar antes de acabar el presente año los trabajos en los Suezmax. Es este último un proyecto importante y exigente, en el que Navantia y la industria auxiliar tendremos que trabajar unidos para asegurar su plazo y coste.
 Es difícil hacer previsiones futuras, pero nuestra dirección comercial, con el apoyo de toda la organización, está volcada en conseguir el cierre de algunas operaciones que ahora se ven razonablemente próximas, lo que, sumado a los importantes contratos ya en marcha, mejora  unas expectativas que no hace tanto tiempo eran bastante más pesimistas. Así, proyectos como los AOR de Australia o el de las nuevas fragatas F110, que vendrían a reemplazar a las FFG de la clase Santa Maria, permiten visionar un futuro más esperanzador
 Mientras tanto, Navantia tiene que aprovechar este tiempo para adaptarse al nuevo escenario internacional, al igual que lo están haciendo nuestros principales competidores, y la única manera de garantizar su viabilidad futura y de esa forma mantener su contribución al bienestar de la comarca, es mejorando su competitivad.
 Tenemos que construir barcos a precios competitivos. Por eso la compañía está inmersa en un profundo proceso de transformación y cambio, un esfuerzo para mejorar los procesos y la gestión y ganar en competitividad. El tiempo para hacerlo es ahora que empezamos a recuperar la carga de trabajo, que aunque no es suficiente sí nos permite ir haciendo esa transformación. Un proceso de transformación emprendido por Navantia para ser competitivos y por ello sostenibles. Solo siendo competitivos se consigue carga de trabajo. Todos tenemos que trabajar juntos para ello.

El caballo de batalla de los agentes sociales han sido últimamente las condiciones laborales en las industrias auxiliares. ¿Navantia no concede ya validez a los acuerdos firmados en 2001?
Navantia cumple con todas las obligaciones que tiene como empresa principal y titular del centro y exige a todas sus industrias auxiliares un riguroso cumplimiento de la legalidad vigente en cada momento. Las empresas que optan a la adjudicación de algún contrato o pedido en Navantia deben estar previamente homologadas bajos los criterios previstos al efecto. De esta forma nos aseguramos de su solvencia, capacidad financiera, estructura productiva, etc., con objeto de ser capaces de llevar a cabo la obra que pretenden que se les adjudique.
 Esa evaluación se mantiene de forma periódica, para lo cual se revisan sus incumplimientos en materia de prevención, medio ambiente, calidad o de cualquier otro tipo de reclamación que puedan acumular. Fruto de ese análisis se establecen acciones correctoras o planes de acción que nos permiten reconducir la situación, antes de llegar al caso extremo de tener que rescindir un contrato.
 Hecho diferente es que se hable del incumplimiento de los acuerdos originalmente suscritos en el año 2001, entre los sindicatos y diversas industrias auxiliares, que venían a mejorar las condiciones económicas de los convenios sectoriales. Es evidente que aquella situación económica, muy anterior a la crisis, poco tiene que ver con la actual.La realidad que afrontamos hoy en día es que las empresas están adscritas a convenios colectivos; mayoritariamente el del Metal de la provincia de A Coruña, en los que las condiciones laborales están perfectamentamente delimitadas. En esos marcos laborales, no tiene sentido hablar de precariedad en el trabajo.
 Por otro lado, debemos obligarnos a mantener la activa colaboración de la plantilla y de la industria auxiliar en los temas relativos a la prevención de riesgos laborables y medioambientales. Todos nos sentimos con la obligación de mantener estos temas al margen de cualquier otra reclamación laboral. Afortunadamente en los centros de la ría existe una muy arraigada cultura preventiva y en ese terreno la colaboración diaria es muy alta, sin que nunca podamos darnos por satisfechos, ya que el objetivo a perseguir es el de cero accidentes.

Recientemente Navantia ha destacado la importante participación de la industria auxiliar de la zona de Ferrol en el proyecto de los jackets para Iberdrola. ¿Cuándo comenzará a notarse su presencia en el astillero de Fene?
La obra de los jackets para Wikinger comenzará een junio en el astillero de Fene, y será desarrollada mayoritariamente por empresas locales. Las empresas principales en la fabricación y el montaje de las 29 estructuras dentro de las instalaciones de Fene son Windar y Nervión, quienes nutrirán a sus plantillas con mano de obra local.
 Así mismo, habrá un altísimo porcentaje de participación de la industria auxiliar de la Ría de Ferrol, ya que aproximadamente otras tres cuartas partes serán de origen local, y así podemos destacar Intaf, Talleres Mecánicos Galicia, Cooperativa Iris, Artabro Samdeu, Indasa, Elinco, Buqueland, Intec-Heat, etc., quienes de una u otra forma también participaran en los diferentes procesos de fabricación, pintado, ensayos no destructivos, etc.
 Por otro lado, ha sido necesario realizar una serie de obras civiles e inversiones asociadas para facilitar la logística y carga de las estructuras, en las que también participarán empresas de la comarca de Ferrol, como son Proyfe, Cye, Tecman, Gabadi y Electrorayma.
 Conviene destacar, además, que ya se han iniciado los trabajos de corte y conformado de las primeras chapas para el cilindro central de la pieza de transición en los talleres de Windar en Avilés; y que se espera que tanto estas piezas centrales como los tubos estructurales comiencen a llegar durante las primeras semanas de junio a la factoría de Fene, iniciándose así el ensamble de estas estructuras.
 Es indudable la ilusión que este contrato ha suscitado entre los empresarios locales, en cuanto a la innegable oportunidad industrial que representa de abrirnos al sector de las energías renovables marinas, en fuerte expansión en los países del norte de Europa y al que empiezan a asomarse nuevos actores: USA, China, Japón, etc. Este contrato nos permitirá ganar conocimiento del producto y de los procesos necesarios para su fabricación, optimizando costes, plazo, calidad y, por qué no, dando a conocer las capacidades de la industria de Ferrolterra a los principales desarrolladores energéticos europeos.
 Acceder a este mercado de forma atomizada es francamente muy dificil, por ello debemos agradecer a Iberdrola la confianza que ha depositado en Navantia para ayudarle en el desarrollo de este parque en el Báltico alemán. Quiero resaltar que la cadena de valor de un parque eólico marino es absolutamente impresionante, ya que revierte beneficios en múltiples sectores: ingenierías, estudios geológicos, fabricaciones de estructuras, buques intaladores y de servicio, mantenimiento operativo durante más de 20 años, etc. Es un sector generador de conocimiento y empleo, y espero que no haya que esperar muchos años para verlo como una realidad en nuestro país.

“Navantia solo puede ser viable si se garantiza su competitividad”

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