El párroco Xaquín Campo Freire recibió ayer un sentido homenaje por parte de amigos y vecinos con motivo de su ochenta aniversario, en un acto organizado por el grupo “Ganduxando Vidas” junto con el Concello de Narón. Sobre las cinco de la tarde, en las inmediaciones de la Residencia San José de Piñeiros, se descubrió una placa en un monolito en la que se podía leer “Xaquín Campo Freire. Compañeiro de camiño. Ganduxador de novos amenceres. Galiza no corazón”, un gesto que se acompañó con la actuación del quinteto de la Banda de Gaitas del Padroado da Cultura.
Más tarde, el acto se trasladó al Auditorio Municipal, donde los asistentes fueron recibidos por la misma banda que entonó el “Himno do antigo Reino de Galicia”. Varios allegados a Campo Freire –Mini, Paulo López, Xoán Rubia, Xico de Cariño y Manuel Doval– pronunciaron unas palabras de cariño para el párroco y la Rondalla de Mandiá puso la nota musical tras las intervenciones.
Otro de los acontecimientos que se celebraron en el Auditorio fue la presentación del libro “Ganduxando vidas”, en el que se incluye una entrevista al homenajeado, quien ayer se mostró muy agradecido por todas las muestras de cariño.
Nacido en Guitiriz en el 37 y vecino de Narón desde hace casi 50 años, Xaquín Campo Freire se licenció en estudios Eclesiásticos, se diplomó en Enfermería Geriátrica y Gerontología Social y cuenta, además, con un amplio currículo tanto académico como laboral. Ferrol, Ortigueira, Piñeiros, O Couto, Mandiá, San Mateo y otras parroquias formaron parte de su vida. Es voluntario de Cáritas y capellán en la cárcel de Teixeiro, además de pertenecer a la Asociación de Escritores Galegos, entre otras facetas. l