Uno de los trabajos más difíciles de realizar en un astillero se centra en la inspección del interior de los tanques de carga de los buques, tanto de nueva construcción como en lo que al área de reparaciones se refiere. El acceso a lugares angostos con el fin de detectar defectos estructurales como la corrosión o las fisuras en el acero, por citar algunos ejemplos, no es tarea fácil para técnicos y especialistas.
Sin embargo, desde ayer, esta tarea queda relegada para el personal gracias a una unidad autónoma de vuelo, o lo que más comúnmente se conoce como dron, desarrollado por la Unidad Mixta de Investigación (UMI) que conforman desde 2015 la Universidade da Coruña y Navantia.
El equipo fue presentado ayer en el marco de una demostración realizada en el hangar del buque de acción marítima “Cantabria”, con base en Ferrol, en cuyo diseño y ejecución han participado también las empresas ferrolanas Avansig y Stgo.
Implantación
La nueva tecnología se implantará en todas las factorías del grupo público, lo que permitirá, según destacó la directora de la Axencia Galega de Innovación, Patricia Argerey –presente en la demostración– “aforrar tempo e esforzos e evitar riscos para as persoas”. Argerey recordó la apuesta de la Consellería de Economía, Emprego e Industria por las unidades mixtas de investigación como elementos de “cooperación entre as empresas e os centros de coñecemento por medio da colaboración público-privada” de cara a “impulsar a transferencia da I+D+i ao tecido industrial galego, así como atraer a empresas foráneas”.
Un aspecto que también halló idéntica apreciación por parte del director de la factoría ferrolana, Rafael Suárez, y el responsable de la UMI, Carlos Merino. Para este, que recordó el apoyo de la Xunta de cara al desarrollo del Astillero 4.0, la industria española en general se revela como una de las mejores a nivel mundial, “pero nos encontramos muy lejos de los competidores europeos y asiáticos en cuanto a producciones”.
El desarrollo y aplicación de nuevos equipos tecnológicos en proyectos industriales adquiere tintes muy significativos en el plano económico. De hecho, el trabajo que ahora desarrollarán estos drones no solo redundará en el efectividad, optimización y seguridad laboral. Para ilustrar hasta qué punto incide en la cuenta de resultados de una empresa como Navantia es suficiente con recordar que las inspecciones de los tanques suponían primero su llenado con agua y la utilización de una lancha, antes de que técnicos en escalada pasasen a desempeñar tal labor y que, posteriormente, con el uso de andamios, los costes llegasen a alcanzar los 99.000 euros.
Las dos cámaras con las que cuenta el dron funcionan de forma independiente y están equipadas con luces LED para iluminar las zonas más oscuras. Su aplicación se extenderá también al área de logística, en donde prestarán una tarea similar en los sistemas de almacenamiento.
La creación de la UMI permitió en 2015 generar 18 empleos con una inversión de 2,3 millones de capital público y privado con el fin de mejorar los procesos productivos existentes.