Cinco integrantes de la sección de Mamíferos Marinos de la Sociedade Galega de Historia Natural –los que se consideran responsables de esta área, encabezados por Nuria Alemañ, aunque la dirección de la SGHN no los reconoce como tales– han anunciado su dimisión y el abandono de la entidad a raíz de la expulsión de dos de sus socios, entre ellos el que fue coordinador de la sección durante los últimos 26 años, Juan Ignacio Díaz da Silva. De este modo consideran disuelto el referido departamento tras una trayectoria ininterrumpida, destacan, de 42 años.
La directiva de la Sociedade Galega de Historia Natural, sin embargo, anuncia que en breve se convocará una asamblea de miembros de la citada sección de Mamíferos Marinos para elegir nuevo coordinador en sustitución del anterior, el propio Díaz da Silva, que ya había presentado su dimisión de este puesto antes de ser expulsado. La dirección de la entidad no reconoce a Nuria Alemañ, de la que dicen que nunca fue designada coordinadora porque no se convocó para su elección a los integrantes de la sección –alrededor de una treintena, apuntan– ni fue refrendada por la asamblea de la asociación. De hecho, la elección de este grupo de cinco personas para ponerse al frente de la sección fue impugnada a la espera de unas elecciones.
Los responsables de la SGHN –que desautorizan a Nuria Alemañ para hablar en nombre de esta entidad– señalan que el área de Mamíferos Marinos sigue “en vigor e non está prevista a súa disolución”, algo que solo puede decidirse –destacan– en un cónclave de socios.
uso de las instalaciones
Por su parte, Nuria Alemañ, y el resto de vocales de la sección rechazan los argumentos esgrimidos para la expulsión de Juan Ignacio Díaz da Silva, que se basaban en el uso de parte de las instalaciones de la antigua Casa del Coronel –sede de la SGHN– como sala húmeda para la recuperación de mamíferos marinos cuando este espacio no estaba cedido oficialmente a la entidad. “Esta sección e outros voluntarios preparamos as instalacións para a recuperación de animais mariños feridos co coñecemento e colaboración do Concello de Ferrol e da Xunta Directiva da SGHN”, señalan, y añaden que hace meses se les prohibió la utilización de estas dependencias para el fin que les venían dando: cuidado de animales en recuperación, campañas de adopción de tortugas foráneas, montaje de esqueletos y conservación de animales muertos para su exposición.
Apuntan asimismo que se acometieron trabajos de limpieza en la parcela de la Casa del Coronel para crear un jardín botánico, que la directiva y el Concello “aprobaron a plantación de árbores neste xardín en datas sinaladas” e incluso se realizaron en este espacio trabajos de huertas urbanas y visitas guiadas en el marco del convenio con el Ayuntamiento. “O uso que se veu facendo das instalacións por parte da Sección de Mamíferos Mariños sempre estivo en coñecemento da xunta directiva e do Concello”, sostienen.
Desde la dirección de la Sociedade Galega de Historia Natural insisten, sin embargo, en que cualquier problema que se produzca en estos espacios no tendría cobertura por parte de la compañía aseguradora, motivo por el cual acordaron dejar de utilizarlos.
Los dimisionarios consideran que la expulsión de Díaz da Silva no obedece a esta cuestión, sino al desacuerdo de este y otros socios con las decisiones tomadas por la actual dirección tanto en lo referente a la gestión de la exposición permanente en la antigua Casa del Coronel como el uso de las ayudas concedidas a la SGHN.
Ante estas críticas, apuntan, la directiva mostró “unha actitude autoritaria e pouco dialogante, totalmente apartada do espírito que debera agardarse de calquera asociación ambientalista”. Acusan, en este sentido, a los responsables de la Sociedade de “aplicar unha política de desgaste e descrédito de socios disconformes” y lamentan que “unha organización con tanto prestixio a nivel social e científico, que ten integrantes de gran relevancia no estudo e defensa da natureza, estea a vivir uns momentos tan tristes nos que membros que foron socios dende hai máis de 20 anos vense obrigados a abandonala”.