Desde que en 1999 Eurovisión permitiera a los países participantes usar el idioma que quisieran el inglés ha dominado abrumadoramente el festival, pero su uso ha comenzado a bajar en los últimos años, y esta edición de 2025 viene especialmente marcada por el resurgir de otras lenguas europeas.
La edición de este año será la primera desde 2000 en la que menos de la mitad de las canciones se cantarán íntegramente en inglés, un idioma que ha sido el de la canción ganadora en 20 de las 25 ediciones transcurridas desde el cambio de normas de 1999.
Los organizadores han destacado el hecho de que el número de idiomas usados por los participantes esta vez, 20, es el más alto en un cuarto de siglo, y también que más de la mitad han decidido recurrir a su lengua nacional para competir, frente al predominio casi absoluto de lo anglosajón que hubo en tantas ediciones.
"El alejamiento del inglés es algo más que simbólico, y cantar en la lengua de uno puede traer emociones únicas que conecten a las audiencias con historias, patrimonios y comunidades que de lo contrario podrían quedar olvidadas", defiende la organización.
Ejemplo especialmente llamativo en este "abandono" del inglés es el de Suecia, país que desde 1999 siempre había usado la lengua de Shakespeare en todas sus participaciones, incluyendo las cuatro que ha ganado desde entonces.
En 2025 ha dado la sorpresa al presentarse en Basilea con una canción en sueco, "Bara bada bastu", a cargo de la banda KAJ, lo que no está impidiendo a los escandinavos ser favoritos en las apuestas.
Alemania también ha dado este giro con una canción en la lengua oficial del país, algo que el país miembro delos "Big 5" no hacía desde 2007.
La situación contrasta con la de la década pasada, cuando el inglés se encontraba en su momento de apogeo en Eurovisión, y en muchas de sus ediciones más del 80 % de los países participantes utilizó total o parcialmente ese idioma.
Los países escandinavos y del este de Europa sucumbieron especialmente a esa moda, que algunos años se extendió incluso a naciones con potentes industrias musicales en lengua propia o idiomas hablados por cientos de millones de personas, como Francia, Italia o Portugal, aunque en general han sido fieles a sus lenguas.
Lo mismo se puede decir de España, ya que aunque en este siglo el inglés se ha colado en media docena de ocasiones en las letras, la mayoría de las veces sólo ha sido en frases o palabras sueltas de canciones en castellano, como ocurría en "Europe's living a celebration" (2002), "Baila el Chiki Chiki" (2008) o "SloMo" (2022).
Sólo en una ocasión, no sin polémica, se abandonó del todo el castellano y la participante española, Barei, cantó íntegramente en inglés "Say Yay!", en 2016.
Aunque el inglés está en ligera retirada, no todos los países siguen la tendencia: obviamente lo seguirán utilizando Reino Unido, Irlanda, Australia y Malta, donde es idioma oficial, pero también naciones como Azerbaiyán, cuyos participantes siempre han cantado en ese idioma desde que el país entró en el festival en 2008.
Curiosamente, el inglés no estuvo presente en ninguna de las canciones de la primera edición del festival en 1956, y tampoco dos años después, pero desde entonces no ha faltado en ninguna ocasión, compartiendo además con el francés el estatus de lengua oficial del concurso, utilizada por los presentadores y en las votaciones.
La norma de utilizar sólo lenguas propias de cada país estuvo vigente entre 1966 y 1998, aunque incluso durante ese periodo hubo cuatro ediciones más permisivas a mediados de los 70, lo que permitió a los suecos ABBA cantar en inglés una de las canciones más famosas de la historia del festival, "Waterloo", ganadora en 1974.
Ha habido participaciones en idiomas inventados para la ocasión, varias canciones que mezclaron en sus letras hasta una decena de idiomas, y en ocasiones un país no ha llevado su idioma más hablado, caso de Francia con canciones en bretón y corso o Italia con el napolitano.