Miguel Lamas, el batería que brilla junto a las estrellas

Miguel Lamas, el batería que brilla junto a las estrellas

Días después de cumplir los 30 años, el batería Miguel Lamas, natural de Fene (A Coruña), regresa a sus orígenes, a la comarca de Ferrolterra, para impartir una clase magistral sobre sus conocimientos musicales con jóvenes que quieren introducirse en su mismo sector, agitado en plena ola de cambio.

 

A instancias de la asociación Sementeira, ha acudido al Pazo da Cultura de Narón (A Coruña) para "compartir un buen rato", antes del cual cuenta que ya "empecé a hacer este tipo de eventos hace quince años", en la adolescencia, pero "al principio no sabía muy bien cómo afrontarlos".

 

Los centra en "técnicas para tocar", aunque siempre "intenté ir un paso más allá, romper los esquemas" y relatar "experiencias e ir más allá de las cosas comunes que se suelen decir" por más que suene a "abuelo cebolleta" su relación de grandes artistas con los que ha tocado o los países a los que ya ha viajado gracias a no pocas giras.

 

Lamas resalta las diferencias entre "tocar en sitios muy grandes o muy pequeñitos donde la gente está al lado" y su interés en "la parte más emocional", de la que dice que las "anécdotas enganchan" y que a los asistentes les "apetece escuchar" los secretos que se esconden tras el escenario.

 

Propone citas "muy participativas" en las cuales "intento generar un foro en el que todos hablemos"; en su caso, sobre cómo su papel es tan importante aunque parezca secundario si comparte tablas con Dani Martín, Malú, Pablo Alborán o Manuel Carrasco, como le ha acontecido en los últimos años.

 

Con Dani Martín ha compartido un 2022 frenético y en sus recitales "estaba en un pedestal a casi dos metros de altura" en el marco de "un montaje muy grande, una barbaridad", así que estar prácticamente "como en un cuarto piso y que siempre te estén grabando" no deja mucho espacio a la discreción.

 

"Tienes que estar con tu mejor sonrisa, no pasas desapercibido; en cuanto a estimación de ventas, se dice que es la gira que más impacto ha tenido", indica Miguel Lamas, que hace referencia a un recorrido "increíble" por los "recintos más grandes y los festivales más importantes".

 

Hasta en cinco ocasiones han irrumpido en el WiZink Center, del que ensalza que está "muy bien acondicionado y es agradable de cara al espectador", un coloso que ha pisado también de la mano de Malú.

En la de Narón, como en otras charlas, profundiza en la "forma en la que afrontan su carrera y cómo son" esas figuras a las que apoya; no en vano, reconoce que le "gusta saber de ellos, la parte emocional es muy importante para mí".

 

Alude al "tipo de vida que llevan", el efecto de la fama o a tantas otras vivencias que se "reflejan al tocar en el escenario", al que se volverá a subir muy pronto, pero el 2023 le depara más novedades.

 

La agenda de Miguel Lamas "va llenándose, empieza a haber movimiento", aunque hay una primera fecha esencial, un 3 de marzo en el que publicará su tercer disco, la muestra de que es "una persona muy inquieta que está siempre buscando y creando".

 

De hecho, construir su propio estudio de grabación ha acabado por ser "una perdición", se pasa el día entre sus cuatro paredes "probando cosas" y compartiendo tiempo con sus amigos, horas y días de los que ahora emana un trabajo discográfico "basado en la música popular gallega" y que se atreve a mezclarse con otros estilos.

 

Toques de África y Brasil o del jazz para "crear cosas diferentes", un objetivo que ve cumplido: "Estoy muy contento porque fue todo un reto y un aprendizaje muy grande explorar la música de raíz; cuando te metes a explorar, es muy rica".

 

A los jóvenes con los que reflexiona en sus clases magistrales, reconoce, puede contarles que están en "otros tiempos" bien diferentes a los de su adolescencia: "Cuando empecé, en los 90 todavía, internet era muy precario y tocaba escuchar discos y ver los VHS".

 

"Hoy es más fácil acercarse a la música, pero todo pasa en 15 segundos; eso dificulta el grado de atención que antes sí teníamos", apunta Lamas, que tiene claro que lo "más importante es disfrutar" y sigue existiendo la suerte de que el día menos esperado, "sin necesidad del apoyo de una multinacional", el sueño de la música se haga realidad. 

Miguel Lamas, el batería que brilla junto a las estrellas

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