Conocida la dimisión del conselleiro do Mar, Alfonso Villares, desde el Gobierno gallego se insta a tratar el asunto “coa máxima sensibilidade e prudencia posibles”.
El conselleiro conoció ayer, martes, su condición de investigado, aunque no le fue notificada hasta hoy, cuando se la comunicó con rapidez a Alfonso Rueda. Le trasladó que la acusación es “absolutamente falsa” y que es “absolutamente inocente” de los cargos que se le imputan. Ya este miércoles le planteó su dimisión, que el presidente de la Xunta aceptó. Desde el Ejecutivo gallego se insiste en que esa renuncia es la mejor manera de “non mesturar asuntos que non teñen nada que ver” y que pertenecen a diferentes ámbitos, “como son o plano persoal e o plano político”.
Desde el Gobierno autonómico también se reseña que con la dimisión el conselleiro ha renunciado al privilegio del aforamiento, en contraposición a lo ha ocurrido recientemente con el secretario general del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo. Como es sabido, este político abandonó la presidencia de la Diputación de Badajoz al saberse imputado en el caso del hermano de Pedro Sánchez para inmediatamente tomar posesión como diputado en el Parlamento extremeño y pasar así a ser aforado.