Las mujeres en Ingeniería triunfan, pero son pocas: solo un 20% de matrículas en el Campus Industrial de Ferrol

Desde la Escola Politécnica de Enxeñaría de Ferrol se trabaja para divulgar y revertir la situación
Las mujeres en Ingeniería triunfan, pero son pocas: solo un 20% de matrículas en el Campus Industrial de Ferrol
Carolina Camba en las instalaciones de la EPEF | Jorge Meis

Cada año, el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería –que se celebra el 23 de junio– nos invita a reflexionar sobre una realidad que apenas ha variado en los últimos años: la baja presencia femenina en el sector. Se trata de una situación que Carolina Camba, subdirectora de Estudantado e Difusión en la Escola Politécnica de Enxeñaría de Ferrol (EPEF) del Campus Industrial de Ferrol, conoce a la perfección. Desde su doble perspectiva como docente e ingeniera, observa el avance lento de esta cuestión.


“Hace un par de semanas presentamos, precisamente, un trabajo sobre esto”, explica. “Tenemos los datos frescos de los últimos diez años sobre las chicas matriculadas en las titulaciones de los cinco grados en Ingeniería que se imparten en la escuela. El porcentaje de entrada de alumnas ronda el 20%, a veces un poco más, a veces un poco menos. Sí que hubo unos años en los que parecía que empezábamos a despegar pero fue un espejismo”, lamenta Camba.


El problema, sin embargo, no parece estar en la Universidad. “Si vamos a los centros de Educación Secundaria, nos damos cuenta que las mujeres están enfocadas a las ramas de Ciencias Sociales y de Ciencias de la Salud. La de Tecnología sigue sin calar”, explica la profesora.

 

El porqué

Para Camba, la baja presencia de mujeres en la Ingeniería radica en un problema de educación en la sociedad. “Sigue sin visibilizarse, en general, el papel de los ingenieros. Todo el mundo tiene referencia de la abogacía, de la medicina o de la carpintería, pero cuando vamos a los centros, nos damos cuenta de que los estudiantes no saben a qué nos dedicamos”.

 

 


Todo eso va unido, remarca, “a que siempre se ven perfiles muy masculinizados. Es una situación que lleva así toda la vida y no conseguimos arrancar esas vocaciones hacia nuestros títulos”, comenta la docente.

 

Tasas

Pese a todo, una vez que las mujeres se animan a estudiar esta rama, sus resultados son mejores. “La tasa de éxito de las chicas es mayor que la de los chicos. En todas las titulaciones, casi siempre”, asevera con contundencia Camba, añadiendo que “igual hay un año en que no, pero la curva siempre está por encima de la de ellos”.


Además, pese a que las mujeres sean muchas menos, sus expedientes también son mejores. “A igualdad de nota de ingreso –con qué nota salen de Bachillerato y de las PAU– ellas son más constantes, tienen una tasa de éxito mayor... son mejores académicamente hablando”.

La tasa de éxito es mayor a la de los chicos. La curva siempre está por encima. A igualdad de nota de ingreso, son mejores académicamente hablando

Este rendimiento no solamente se mantiene durante su etapa de formación. A este respecto, Camba incide, por ejemplo, en que por medio de las encuestas a egresados –personas que han terminado sus estudios, han completado todos los requisitos para obtener un título pero aún no lo han recibido formalmente– constatan que “las chicas tienen buena trayectoria profesional y una empleabilidad del 100% igual que ellos. Es decir, no hay una criba y que el mercado no absorba el perfil femenino. Ellas adquieren asimismo puestos de responsabilidad rápidamente. Son buenas profesionales también”.


Una de las grandes preocupaciones de las mujeres en otros sectores es la brecha salarial. A este respecto, desde la UDC explican que en este ámbito no acontece lo mismo. “Cuando les consultamos, no notamos diferencia ni ellas se quejan de que sus sueldos sean menores en relación a sus compañeros. Si ellas no lo denuncian, entiendo que no hay discriminación”. En este sentido, incide en que “cuando van a las entrevistas o cuando los empleadores nos solicitan expedientes, no notas ningún tipo de sesgo”, subraya Camba.

 

Divulgación para la vocación


Pese a estas buenas expectativas, las vocaciones femeninas no terminan de despertar. Para tratar de dar un vuelco a esta situación, desde la EPEF apuntan que “habría que empezar desde muy pequeñas, porque cuando llegan a elegir los itinerarios, ya llegamos tarde, ya van enfocadas a Ciencias Sociales y la rama sanitaria”.

 

 

 

Así las cosas, en la Escola Politécnica de Enxeñaría de Ferrol le han “dado muchas vueltas” a cómo divulgar sobre la ingeniería. A este respecto, Camba comenta que “hacemos jornadas de robótica, el Día de la Ingeniería, la carrera Greenpower, la First Lego League... Tenemos un montón de iniciativas”, expone, pero pese a ello, ese 20% de matriculaciones no logra aumentar. “En todas las titulaciones de Ingeniería a nivel estatal estamos en ese porcentaje, no es un caso aislado lo que acontece en Ferrol. Pero yo, como ingeniera, y mis compañeras, lo seguiremos peleando día a día. Tenemos como meta poder llegar al 50% de chicas y de chicos en nuestras titulaciones”.


Con todo, la situación ha evolucionado y a mejor en los últimos años. “Cuando yo empecé a estudiar, si entrábamos 75, debíamos ser unas siete chicas”, expone. Desde su experiencia profesional, Camba hace hincapié en que “no me ha resultado complicado ni nunca me he sentido discriminada. Es verdad que es un mundo masculinizado, pero somos uno más”. Sobre este punto, incide en que de cinco grados en la EPEF, en tres hay una fémina al frente. “Es la segunda vez que soy subdirectora en este centro y en las coordinaciones de los títulos, ahora mismo Ingeniería Mecánica lo coordina una mujer, Tecnologías Industriales también,  y lo mismo en el Grado de Ingeniería Naval”.

 

 


Para Camba, la clave para aumentar la presencia femenina en el sector está en saber hacer comprender la importancia de la ingeniería y su presencia en los diferentes ámbitos de la vida. “Siempre tenemos algo que aportar para mejorar la sociedad.”, asevera la docente, que explica que “cuando me toca ir a divulgar a los centros de Secundaria, en los cursos más bajos, siempre les pregunto si saben qué es un ingeniero. La mayoría, el 99%, no lo sabe. Entonces les empiezo a contar que no hay ningún sector en el que no tengamos cabida”, explica. 


En este sentido, ejemplifica que “tengo compañeros trabajando en el sector del arte, centrados en la restauración con láser; también en la medicina, porque nosotros no operamos, pero diseñamos prótesis; no somos periodistas, pero para que vosotros hagáis vuestro trabajo se necesitan rotativas, grabadoras... Al final, se nos necesita en cualquier sector”, remarca la subdirectora de Estudantado e Difusión de la EPEF. 

Las mujeres en Ingeniería triunfan, pero son pocas: solo un 20% de matrículas en el Campus Industrial de Ferrol

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