12º-17º
martes | 14 mayo | 2024
El pasado julio ha sido de los más secos y calurosos de la última década, lo que manifiesta la existencia de un desequilibrio en las temperaturas y lluvias, según los datos recogidos en la estación meteorológica del CIS, en Ferrol. Las cifras se diferencian de forma radical a las que se recopilaron en años precedentes.
En lo referente a las temperaturas, el mes que acaba de concluir ha sido oficialmente el más cálido de los últimos diez años, ya que la media de las temperaturas máximas elaborada por Meteogalicia llegó a alcanzar los 26 grados centígrados. Además, este mismo cálculo, pero con las temperaturas mínimas casi llega a los 17, mientras que la media general ronda los 21 grados.
Al poner el foco en las precipitaciones, los datos almacenados en la estación situada en A Cabana, indican que el volumen total de la lluvia del mes apenas llega a los 10 litros por metro cuadrado. Se trata de una cifra que, a lo largo de un período de diez años, solo superado por las de julio de 2016 y de 2020.
El julio del año pasado fue el más frío de la década, una singularidad que contrasta con las cifras actuales. De hecho, el 2022 es uno de los más calurosos de las últimas diez temporadas, solo superado por el 2013 en una décima.
No obstante, uno de los años que más dista del presente es precisamente el de 2013, algo que supone una anomalía. Esta irregularidad surge debido a que ha resultado un período muy caluroso en julio, aunque también ha sido de los más lluviosos de la década, alcanzando sobradamente los 54 litros por metro cuadrado. Son números que en otras ocasiones se han superado, aunque en toda la etapa no se ha producido tal cantidad en solo cinco días de precipitaciones.
Un gran contraste que se aprecia entre este año y el pasado es el volumen de lluvia que se ha recogido en los meses de julio. La escasa decena de litros por metro cuadrado de este período se opone a los más de 55 litros del anterior.
Asimismo llama la atención el número de días con precipitaciones, que en este año han sido solamente cuatro, igual que pasó en el 2016, cuando se recogieron cifras muy similares a las más recientes, aunque la cantidad de lluvia total ha sido algo mayor este año con alrededor de siete litros por metro cuadrado de diferencia.
Otra anualidad que se asemeja a la presente, en cuanto al mes que se analiza, fue la de 2020, cuando hubo incluso menos días con agua y menos cantidad de la misma, si bien en las temperaturas las diferencias son “sutiles”.
Los datos se traducen en que el presente constituye un período de inestabilidad, ya que aunque existen similitudes en ciertos años, estos se encuentran intercalados por otros en los que los datos cambian drásticamente. Así pues, se ha llegado a variaciones extremas como las que se vivieron con las precipitaciones de este 2022 frente a julio de la temporada anterior.
