Las jackets de Fene partieron al fin hacia su destino en el parque eólico de Saint-Brieuc

Las jackets de Fene partieron al fin hacia su destino en el parque eólico de Saint-Brieuc
Las jackets partieron de Navantia Fene al anochecer, en dirección a Saint-Brieuc I JORGE MEIS

Punto final para el pedido de Saint-Brieuc. Ya anochecía cuando ayer, al fin, partían para la Bretaña francesa las últimas tres unidades del pedido de 62 cimentaciones para aerogeneradores que se construyeron en el astillero de Navantia en Fene y cuya despedida oficial se escenificó el pasado lunes ante personal técnico y laboral y también responsables de la división verde de la compañía, Navantia Seanergies; de Iberdrola y de Windar Renovables.


Parecía que estas últimas tres jackets se resistían a abandonar Perlío después de ser las grandes protagonistas de la actividad de la factoría, donde ocupaban gran parte de su espacio y podían verse desde varios kilómetros de distancia, llegando a restarle parte del protagonismo al emblema del astillero, la grúa Pórtico.

 


Un hito para la factoría 


Con el envío de las unidades 60, 61 y 62 se completa este pedido para Saint-Brieuc. Las cimentaciones ya se habían finalizado hace bastantes semanas pero en Francia solicitaron mantenerlas un tiempo más en Perlío, debido al retraso que se está produciendo en el montaje de las unidades en aguas de la costa francesa.


Navantia ya llevaba construidas casi un centenar de jackets en sus instalaciones de Perlío cuando se inició este pedido, de hecho la tercera unidad del paquete fue la número 100 del total –hoy llevan ya 159–. Pese a que la factoría ya tenía gran experiencia en la construcción de estas cimentaciones el pedido se ha convertido en un auténtico hito para la compañía, que debió hacer frente a numerosas vicisitudes, la primera el covid, pero también el atasco histórico en el canal de Suez o el encarecimiento de materiales tras la guerra de Ucrania, entre otros. Cabe destacar que en su día este fue el mayor contrato de eólica marina para la alianza Navantia-Windar, un binomio que es hoy ejemplo de éxito y solvencia en un mercado creciente.


Otro de los hitos que marcaron la consecución de este contrato fue el de conseguir formar a un numeroso grupo de gente en destino para alternar allí la construcción y montaje de las jackets y eso “no fue tarea fácil” como aseguraron los responsables del proyecto el lunes. Sea como fuere, todo es ya cosa del pasado.

 

Jackets navantia saint brieuc foto jorge meis
Salida de las cimentaciones de la eólica marina de Navantia Fene I JORGE MEIS

 

 

Las jackets de Fene partieron al fin hacia su destino en el parque eólico de Saint-Brieuc

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