A lo difícil que resulta ser seleccionado en el cásting de La Voz Kids, como otros formatos de las mismas características, se suma llegar al plató y que ninguno de los cuatro miembros del jurado se giren en sus asientos –no todos pueden llegar a formar parte del equipo que seleccionan cada uno de los famosos–. 

Pero la niña ferrolana Carolina Ramil aunque no consiguió el honor de que el jurado se diese la vuelta en las denominada audiciones a ciegas se convirtió el pasado sábado en la protagonista indiscutible del programa, porque los jueces hicieron uso del “poder” que solo puede utilizarse una vez cada temporada del concurso, la segunda oportunidad.

“Power”

Carolina Ramil salió al escenario con una actitud muy buena y con el tema de “Baby one more time” de  Britney Spears, mientras bailaba como una auténtica artista. 

El público la ovacionó en varias ocasiones y los jueces se pensaron si pulsar o no el botón rojo para girarse, algo que, finamente no hicieron.

Sin embargo, el “rollazo” que intuían guiados solo por el calor del público y la voz hizo que estos valorasen su actitud.

Carolina Ramil se puso a llorar nada más concluir su interpretación y Lola Índigo, Manuel Turizo, David Bisbal y Edurne –que integran el jurado– tuvieron palabras de aliento, destacando que se  percibió “un público volcado”, “una canción muy chula y un rollazo”, y recordaron, además, que solo han podido juzgar “un 50%”, como señaló Turizo al no estar viendo su baile al estar de espaldas al escenario.

Así las cosas, los jueces decidieron deliberar y conceder a la ferrolana su segunda oportunidad porque, indicó Bisbal, “Nos hemos dado cuenta de que bailabas y cantabas con toda tu energía” y eres, añadió Índigo, “un terremoto de niña”.

“A ensayar mucho”, aconsejó Edurne antes de despedir a la joven, que volverá  actuar en esta misma temporada para, esta vez, lograr que al menos uno de los jueces quiera ver su actuación al completo e integrarla en su equipo, para comenzar el verdadero concurso