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lunes | 6 mayo | 2024
Las obras de la calle San Francisco deberán vencer un escollo más para su conclusión a tiempo, es decir, antes de que finalice el año, fecha en la que termina la última prórroga de la Estrategia Edusi, con fondos europeos, con los que se ejecuta la actuación urbanística. Así, el Concello acometerá de forma subsidiaria el derribo de parte del número 4 de la calle San Francisco, donde, en su día, se localizaba el bar Cobas.
La obra, que tendrá un presupuesto de 185.000 euros y se prolongará durante un mes y medio, ha sido declarada de urgencia, con el fin de que se pueda iniciar de forma inmediata. De hecho, el alcalde, José Manuel Rey, anunció ayer que comenzará esta misma semana, a cargo de la empresa Prosema.
Independientemente de la necesidad de demoler parte de esta edificación, con el fin de que no se produzcan derrumbamientos una vez que se acometa en este último tramo de San Francisco la obra de la calle, el estado del edificio es preocupante y ya ha motivado el cierre al paso peatonal del callejón del Cuco, que da al lateral del edificio. Además, el inmueble colindante presenta a la vista una fisura en la separación con el número 4 que hace peligrar su estabilidad.
La propiedad del edificio, como ocurre con otros muchos del barrio de Ferrol Vello, no se ha hecho cargo de su conservación ni respondido a los requerimientos que se le han realizado por vía judicial a este respecto, por lo que el Concello se ve obligado a actuar de forma subsidiaria, repercutiendo posteriormente el coste de la obra al propietario.
Las piezas originales del edificio de la calle San Francisco son la planta baja y los dos primeros pisos. Las dos superiores –tercera y cuarta – suponen un aumento de la construcción, que es precisamente la que ha tenido que ver con el actual estado que presenta el inmueble, con un desplome evidente a simple vista, que ha llevado a la aparición de grietas y fisuras en sus fachadas, tanto en la cantería, revocos y carpinterías.
Las galerías del tercero y cuarto, además, son de aluminio, por lo que están descontextualizadas, por encontrarse en un BIC –Bien de Interés Cultural–. La actuación, por tanto, eliminará el volumen ampliado.
El edificio, en su altura original, está catalogado con el nivel de protección 3 y entre los elementos a conservar se encuentra la fachada, por lo que la demolición tratará de proteger esta y asegurar que su estado no empeora, manteniendo las galerías en su sitio, si es posible, con algún refuerzo puntual que garantice su seguridad, de modo que se pueda llegar a su recuperación con una rehabilitación acorde a sus condiciones.
185.000 euros es la cuantía a la que deberá hacer frente el Concello para eliminar las dos plantas del edificio catalogado
La fachada que da al callejón del Cuco cuenta con unos tirantes que mantienen la edificación estabilizada y se realizará una demolición tanto del forjado como del cerramiento de la fachada, con cuidado, con el fin de conservar el atado superior como remate.
Se llevará a cabo, además, la impermeabilización de las medianeras vistas con el objetivo de no perjudicar a los edificios colindantes y se tratará de conducir las aguas provenientes de la lluvia que discurran por el vacío dejado. Preocupa también el estado del firme en el encuentro entre el callejón y San Francisco, con falta de compactación del terreno
A la hora de ejecutar la actuación, que discurrirá de arriba a abajo, se notificará el inicio de la obra a los propietarios del edificio colindante y en el caso de entrañar riegos para los transeúntes se solicitará la Concello la restricción del tráfico rodado y la de los peatones en los espacios públicos afectados, señalizándolo debidamente.
Al tratarse de una obra con presencia de amianto se procederá a la realización de los trabajos de desamiantado según el correspondiente plan de seguridad y salud, con el tratamiento de los residuos generados.
El estado del edificio hace que sea preciso actuar por vía de urgencia ya que, tal y como se contempla en el proyecto, “se aprecian daños importantes que ponen en peligro su estabilidad e integridad, requiriendo una intervención ineludible”.
La obra de la calle San Francisco continuará adelante pese a las propuestas de algunos grupos de la corporación, como el BNG, sin modificar el proyecto ni buscar una alternativa que permita mostrar los posibles restos medievales hallados. Tras la consulta vecinal sobre el tema y la junta de portavoces celebrada ayer, en la que se entregó el informe de la arqueóloga municipal del mes de marzo “sen nada que ocultar e con total transparencia”, indicó el alcalde, José Manuel Rey, el ejecutivo asegura que se está pensando en el pasado, “conservando os restos atopados”, en el presente “rematando unha obra como piden os veciños, comerciantes e hostaleiros e así non perder máis axudas e fondos”, y en el futuro “iniciando una roda de contactos para ver que actuación poderemos realizar de cara a poñer en valor eses vestixios”, que, por el momento, quedan protegidos bajo tierra.
