El juicio a un hombre acusado de entrar hasta el cuatro ocasiones en una misma semana en la iglesia de San Pedro, en Ferrol, comenzará el próximo jueves 22 de mayo en la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña desde las 11.30 horas.

El encausado, mayor de edad, fue condenado con anterioridad en nueve ocasiones por delitos de robo con fuerza. En concreto, las sentencias abarcan desde el 2016 al 2021 por hechos cometidos en las provincias de A Coruña y Pontevedra por los que pasó en varias ocasiones por prisión. 

Los ilícitos que vuelven a sentarlo en el banquillo de los acusados se remontan a noviembre de 2023, cuando llegó a entrar cuatro veces al interior de la iglesia de San Pedro Apóstol, en el Ensanche A ferrolano, un templo ubicado en el sótano del edificio con acceso desde la calle Publicista Saralegui y Medina, número 2-4.

En el escrito de la Fiscalía figura un primer acceso el 1 de noviembre a las 18.53  horas, con la iglesia cerrada al público, lo que propició que forzase la puerta de entrada desde la calle y otras dos más hasta llegar a la sacristía, donde se llevó unos 400 euros en metálico.

Con las manos en la masa

Cuatro días después, el 5 de noviembre, repitió la maniobra a las 13.16, pero sin tener que forzar el acceso porque la iglesia estaba abierta al culto. Solo tuvo que manipular la cerradura de la misma estancia donde había sustraído el dinero y pudo llevarse y una bandolera en la que había un móvil, unas llaves de la parroquia, un misal y un estuche de enseres de misa.

En la tarde siguiente, la del 6 de noviembre, el hombre regresó de nuevo a las 19.50 horas y forzó nuevamente las tres puertas, que estaban cerradas, llegando a usar para ello un extintor. Se llevó una cantidad de dinero indeterminada y volvió a causar daños materiales.

Finalmente, horas después, siendo ya 7 noviembre, a las 5.35 horas, el encausado usó las llaves que se había llevado con anterioridad para meterse de nuevo "con renovado ánimo de apoderamiento ilícito", reza el escrito del Ministerio Fiscal. No obstante, en esa ocasión fue sorprendido en la sacristía por agentes de la Policía Local que había acudido al lugar tras saltar las alarmas.

Por su parte, el párroco ha renunciado a las indemnizaciones pertinentes, pero la Fiscalía acusa al hombre de un delito continuado de robo con fuerza en las cosas en establecimiento abierto al público, concurriendo el agravante de multirreincidencia y pidiendo una pena de seis años de prisión.