El Somozas se desquita de su bestia negra

El Somozas se desquita de su bestia negra
Los jugadores del Somozas celebran el segundo de los goles marcados en el partido de ayer | jorge meis

Mantiene el Somozas su condición de invicto gracias a la victoria que logró ante el Viveiro (2-0). Se mantiene así el cuadro verdiblanco en la zona alta de la tabla clasificatoria –en concreto en la segunda posición– y confirma que, con la recuperación de varios de los lesionados que tenía, está llamado a ser de los mejores.


Poco más de tres minutos tardó el Somozas en adelantarse el marcador. Fue gracias el remate de Óscar Lorenzo en el segundo palo que culminó el pase que le habia servido Cañi desde la izquierda. Esta ventaja, sin embargo, no tranquilizó el juego del cuadro verdiblanco, que cometió unas cuantas imprecisiones que hicieron que el Viveiro rondase la portería local más de lo que le hubiera gustado, aunque sin llegar a crear grandes ocasiones.

 

Vuelta
Pasado este período de alternativas, retomó el dominio el Somozas en el tramo final de la primera parte, además de generar peligro con más insistecia. Fue esta la manera en la que amplió su renta –gracias a la definición de Bruno Bellas dentro del área tras recibir un pase de Álex Cabarcos desde la izquierda. Llegó el partido así al descanso, con la victoria local muy decantada.


Confirmó el Viveiro con los cambios que realizó al descanso que su intención era la de dar un paso adelante para tratar, primero, de reducir su desventaja y, luego, encontrar la manera de puntuar. Eran sus intenciones, pero en realidad fue solo un proyecto, porque el cuadro de A Mariña no fue capaz de acercarse a la portería local más que a través de las imprecisiones del Somozas en algunas situaciones.


Siguió siendo el cuadro verdiblanco el que más peligro generó –en la segunda parte Cañi reeditó el disparo al palo que había hecho en la primera–, pero el resultado no se movió. Aprovechó por eso el Somozas el tramo final del partido para repartir minutos entre su plantilla –incluido el estreno de Sanmartín–. Fue lo más destacado de los últimos minutos, porque las llegadas a cualquier portería fueron casi inexistentes y la victoria de los locales no corrió peligro. 

El Somozas se desquita de su bestia negra

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