Llegar y ganar. La trainera del Remo Ares se convirtió en el caballo de batalla en el que la tripulación dirigida por José Manuel Peláez, Pendo, conquistó las aguas de Bilbao en su primera tanda. Los remeros de la villa cambiaron su habitual platanito blanquiazul por la indumentaria de guerreros romanos para, cual nuevos Julio César, demostrar que en absoluto quieren que su regreso a la Eusko Label sea flor de un día.
Con el inicio de la competición en el poco habitual formato de contrarreloj –de hecho, sólo otra regata, la del también ascendido San Juan, de las 20 previstas se disputará así–, su condición de “retornado” llevó a los patroneados por Hugo Rascado a ser los primeros en “estrenar” las aguas del Nervión, en un trazado trampa a orillas del Guggenheim y con la evidente ventaja para las tripulaciones de la casa al conocer mejor las peculiares condiciones del campo de regatas.
Si bien, y tal y como señalaría el propio Rascado al término de su tanda, Ares llegaba a Bilbao con los deberes hechos. “Miramos muchos videos de años anteriores y veíamos por donde iban. Intentamos ir pegados –por esa zona del museo– pero tampoco demasiado, porque no sabemos cómo estaría el fondo”, decía el remero local.
Y la estrategia le funcionó a la “Santa Olalla” que en la tanda inicial, y sin referencias al ser la primera en tomar la salida, tiró y tiró en el Nervión, marcando los mejores registros y sólo con la trainera de Kaiku inquietando un tanto el triunfo final en esta tanda de los de Pendo.
La “Bizkaitarra”, saliendo en tercer lugar, se colocó a tres segundos a falta del último largo en Bilbao, en estos definitivos metros de la cita, los remeros vascos llegaron a colocarse a sólo un segundo. Con la “Santa Olalla” ya en meta con un registro de 20:33.51, a los aresanos sólo les quedaba esperar y confiar en el gran trabajo realizado. Y éste tuvo su premio.
Kaiku finalizó con poco menos de tres segundos –2.84– de desventaja, para dejar a los del Remo Ares como ganadores de esta primera de las tres programadas y finalmente octavos. Por detrás, un Cabo da Cruz -finalmente penúltimo- que consiguió superar a otro de recién ascendidos, San Juan, para ocupar la tercera posición en su duodécima campaña consecutiva en la ACT, a 11.41 segundos de Ares, y a más de catorce de la trainera de Gipuzkoa.
El patrón de la embarcación aresana se mostró "contenidamente" contento tras este gran estreno de los suyos en su regreso después de tres años a la Eusko Label. “Mejor imposible”, definía el remero el inicio de competición, enumerando las dificultades que la embarcación aresana tuvo que superar para conseguir este gran registro. “No hay fondo, es un río, agua dulce, mucho calor...” señalaba, si bien “desde el primer largo marcamos la diferencia. Supimos coger nuestra remada y, poco a poco, ir metiendo segundos a los demás”, decía Rascado.
Y, al igual que su entrenador Pendo pocas horas antes de entrar en liza en las aguas de Bilbao, el patrón señaló la permanencia como objetivo principal de la campaña. “Por ahora hay que ser cautos y con eso nos conformamos”, subrayaba el remero, deshaciendo así los posibles castillos en el aire creados tras esta buena actuación. Eso sí, “así que avance la liga, si podemos aspirar a algo más, ya miraremos un poquito más para arriba”. De momento, y tras la octava posición de hoy, mañana en Sestao –12:21– Ares busca seguir conquistando agua vasca.