En tres años el Remo Ares ha logrado construir un nuevo proyecto con el que colocar a la villa, a la comarca y al norte de Galicia de nuevo en la élite del remo. Y hoy, tres veranos después de ese doloroso descenso de 2022 en el que todo lo que pudo salir mal, salió mal para los de Pendo, los aresanos vuelven a formar parte de esa lista de salida de la Eusko Label, acompañando a Cabo da Cruz en un calendario que comienza en Bilbao.
El preparador asturiano se reunirá hoy con sus pupilos y compañeros, toda vez que sus obligaciones laborales le impidieron viajar con el resto de la numerosa delegación aresana. “La gente está contenta y con muchas ganas”, señalaba un preparador que suma ya cinco campañas formando parte del club de la villa. “Nunca estuve tanto tiempo en un club. La verdad es que estoy muy contento y muy a gusto”, comenta José Manuel Pelaéz pocas horas antes del regreso de la “Santa Olalla” a las aguas vascas.
Una cita a dirimirse en formato contrarreloj a partir de las 18:16 horas y que decidirá el orden de las tantas de una cita de Sestao de mañana –12:21 horas– en la que asimismo el sorteo de las calles será determinante, con los aresanos cruzando los dedos para evitar las centrales.
Y es que la tripulación aresana, prácticamente la misma que consiguió el ascenso el pasado año –sólo han tenido dos bajas y han recuperado a varios canteranos– “tenemos mucho más claro lo qué tenemos que hacer y muchas lecciones aprendidas”, señala el asturiano.
Su plantilla es ahora “más madura”, ya que muchos suman varias campañas en Ares y ya saben lo que es competir en la ACT –”hay experiencia acumulada”, apunta–. Y si regresar al olimpo del banco fijo es “un premio, al igual que todo lo que venga”, señala, la presión en este su quinto año en la categoría la percibe como menor.
“No tenemos tanta como otros años”, cuenta Pendo, que apunta que “esto nos lo hemos ganado nosotros, no tenemos que mantener el trabajo de otros y, si descendemos, lo haremos también nosotros”. Si bien, en la voz del técnico se percibe la confianza del trabajo realizado en este último lustro y en los suyos “y si nos sale todo bien, y hay ese pequeño factor de suerte, la permanencia se logra”, sentencia, tirando ya de esa bravura xabrenta.