Más o menos grandes, pero el Racing sigue dando pasos para llegar en las mejores condiciones al arranque del campeonato liguero, que tendrá lugar en dos semanas. El empate con el que saldó su partido frente a la Ponferradina (1-1) demostró una evolución que hace comportarse como un equipo que, aunque todavía tiene cosas que corregir, empieza a ser reconocible. Ahora, en los poco menos de quince días que restan hasta el comienzo del torneo de la regularidad, la escuadra que prepara Pablo López espera perfilar su puesta a punto para llegar en las mejores condiciones.

Con un once más parecido a lo que se espera que se vea durante el campeonato liguero, el Racing inició el partido con la intención de tomar el control. Pero esa intención no se tradujon en nada palpable y por, contra, la Ponferradina demostró en sus primeras estiradas a la portería rival que tenía argumentos para hacer daño. Así, primer avisó con un disparo de Cortés que el portero Parera detuvo sin problemas. Pero cuando no se había llegado ni a los diez minutos de juego, un remate de Pau Ferrer en boca de gol (y posible posición adelantada) puso en ventaja a la escuadra berciana.
 

Sin perder la cabeza por la situación de desventaja, el Racing siguió tratando de tener el dominio de la situación. El juego entre líneas de Jairo Noriega, las internadas por banda de Álvaro Juan o las acciones de Antón Escobar fueron sus mejores argumentos para generar peligro. Pero, salvo un disparo desviado de Pasco y otro al poste del futbolista cedido por el Deportivo, el equipo ferrolano no fue capaz de generar verdadero peligro. Así que los minutos fueron pasando sin que el dominio local llegase a embotellar a su adversario.
 

Un último arreón del equipo ferrolano en el tramo final de la primera parte volvió a sembrar algo de incertidumbre en la porterìa visitante. Pero este empuje no pasó de un par de acciones a balón parado que no encontraron un rematador claro, así que el partido llegó al descanso con la mínima ventaja del cuadro visitante de cara a la segunda parte.

Vendaval
 

También tras el descanso el cuadro verde salió con ímpetu en busca de empate. Pero igual que en la primera parte la Ponferradina demostró que era capaz de generar peligrocon muy poco, en esta caso con un lanzamiento que el portero Parera rechazó “in extremis”. Pero esta vez el dominio de la escuadra local fue mucho más palpable –se contabilizaron unas cuantas llegadas a la portería contraria– y efectivo –gracias a una acción por la izquierda de Raúl Dacosta que culminó con un disparo que se fue el fondo de las mallas–.

Después de estos minutos de desenfreno, la situación se fue calmando... aunque con el Racing como dominador. Eso sí, sus llegadas ya no fueron tan constantes como en los primeros minutos de la segunda parte y, por contra, la Ponferradina tuvo arrestos como para estirarse más de lo que había hecho últimamente. De ahí que le incertidumbre por el resultado fuese en aumento a medida que los minutos iban transcurriendo y el final del encuentro se iba acercando para los dos contendientes, ya que ambos podían ganar.
 

El cuadro visitante apretó en el tramo final del partido en busca de llevarse la victoria. Lo tuvo especialmente cerca en un remate de Borja Valle que estrelló en el larguero y que después, en el rechace. no puso superar al meta racinguista. Incluso la escuadra berciana tuvo otra opción para marcar, pero el tanteador ya no se movió y al final se llegó con un empate que deja a ambos más o menos contentos.
La semana que viene, frente al Celta Fortuna, la escuadra de la ciudad naval dará por finalizada su puesta a punto para el campeonato liguero de la categoría de bronce.

FICHA TÉCNICA