Una victoria separa a O Parrulo Ferrol de ascender a Primera División. La que el conjunto de la ciudad naval consiguió en el partido inaugural de la eliminatoria definitiva para dar el salto a la máxima categoría le permite sumar el primer punto de la serie. Y aunque el choque le advirtió de la peligrosidad del contrario que tiene enfrente, también confirmó que está en un momento tan dulce que le hace poder a cualquiera... y en la situación que sea.
 

Aunque O Parrulo Ferrol entró en el partido con su fuerza habitual, enfrente se topó con un rival dispuesto a complicarle las cosas. El Málaga Ciudad Redonda, de hecho, demostró que con la calidad individual de sus alas y la rapidez en sus acciones ofensivas podía causar mucho daño, pero cuando no se llevaban ni cinco minutos del partido una falta al borde del área fue remachada a gol por Gonzalo Santa Cruz para poner por delante a los suyos en el marcador.
 

El tanto pareció tranquilizar al conjunto de la ciudad naval, aunque en realidad su rival tampoco bajó su nivel. Así que el duelo entró en una fase en la que las llegadas a las dos porterías fueron más escasas, pero mientras que O Parrulo Ferrol seguía teniendo el control de la situación, su rival daba la sensación de que le costaba más generar peligro ante la meta rival. De hecho, durante muchos minutos el cuadro visitante estuvo casi inédito ante una escuadra local que, cada vez que se acercaba a la meta contraria, daba la sensación de poder hacer daño.
 

Con el paso de los minutos, el Málaga Ciudad Redonda dio un paso adelante, lo que le permitió crear un par de situaciones en las que el acierto de la defensa local y del portero Mati Starna evitaron que estas acciones se convirtiesen en el tanto del empate. Este aumento de intensidad a la hora de jugar también provocó que el cuadro visitante acumulase cinco faltas a poco menos de dos minutos del final, aunque la situación no fue a mayores hasta llegar al descanso, al que se llegó con la mínima ventaja local, pero todavía con todo por resolver para el segundo acto del enfrentamiento.

Resistencia

Llegados a la segunda parte, el encuentro derivó en un ejercicio de acoso y derribo de la escuadra visitante. El Málaga Ciudad Redonda, de hecho, hundió a un rival que bastante tuvo con defenderse del empuje del contrario, aunque con la amenaza de empezar a acumular faltas en su casillero –ya llevaba cuatro en poco más de cinco minutos de juego del segundo acto–. Incluso, la escuadra andaluza empezó a combinar el juego de cuatro con el de cinco para recordar que su amenaza seguía presente en el enfrentamiento. 
 

O Parrulo Ferrol, eso sí, demostró que no le hacía falta demasiado para crear peligro. Fue así como estuvo a punto de ampliar su ventaja –primera en una acción de Nico Rosa y después en otra de Rubén Orzáez–. Pero ninguna de estas acciones llegó a mover el marcador, así que el tiempo siguió corriendo con la mínima ventaja de la escuadra local, que con cierto sufrimiento era capaz de seguir por delante en el marcador y acercarse a la posibilidad de sumar el primer punto de la eliminatoria llegados al último cuarto del primera partido.
 

Llegados a este sprint final, el Málaga Ciudad Redonda echó el resto en busca de, al menos, forzar la prórroga. Y ocasiones tuvo para ello, pero a veces su falta de acierto en la finalización, otras el acierto de la defensa local y algunas últimas el acierto del portero Mati Starna, el caso es que la ventaja siguió siendo para la escuadra de la ciudad naval.
 

A falta de menos de cinco minutos para el final, la escuadra andaluza recurrió al juego de cinco para intentar conquistar lo que no era capaz de lograr de otra manera. Pero su estrategia no solo no le trajo réditos, sino que permitió a su rival aprovecharse de los errores cometidos una, dos y hasta tres veces para terminar de dibujar una goleada que, más allá del punto que supone, le da una inyección de moral.

FICHA TÉCNICA