La voladura de las cuatro torres de refrigeración de la central de As Pontes será simultánea en el segundo semestre de 2026. No serán estas, sin embargo, las únicas construcciones que serán demolidas con este sistema, pues, según explicó este miércoles Jesús Ferreño, responsable de ejecución del proyecto de desmantelamiento de la térmica, también se empleará con las calderas y, dependiendo de cómo se resuelva el trámite para su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), en la chimenea.
Los trabajos que ejecuta la vasca Lezama avanzan a buen ritmo, cumpliendo los plazos previstos. En estos momentos, cuando aún no se ha alcanzado un año del inicio de los trabajos físicos, se ha completado en un 20%.
Ferreño señaló que la actuación se hace de manera acompasada para que la maquinaria pueda trabajar de manera continua. Alrededor de 120 personas trabajan actualmente en el interior de la central en un proceso que comienza con los trabajos de limpieza y descalorifugado de los cuatro grupos, le sigue la entrada de la maquinaria para el desmantelamiento mecánico de las estructuras metálicas y acabar después con la demolición de las cimentaciones. "Se está trabajando en los cuatro, con la idea", subrayó Ferreño, "de que "vayamos todos ellos al mismo ritmo".
En otros espacios de los terrenos asociados de la central, el desmantelamiento está mucho más avanzado. Del parque de carbones al pie de la central ya se han llevado las máquinas-apiladoras y todo el sistema de cintas que transportaban el carbón a las calderas. Tiene una superficie de casi diez campos de fútbol, ilustró Ferreño, y una capacidad total de 320.000 toneladas de carbón. En estos momentos queda por desmontar la cubierta. El parque de Saa, por su parte, ya ha superado esa fase. "Está prácticamente terminado", apuntó Juan Álvarez, responsable de los proyectos de reindustrialización asociados a los cierres de las centrales de Endesa.
En este espacio, Ence desarrollará la primera de las tres fases de una inversión de 355 millones que generará 1.250 empleos. Se trata de una bioplanta de producción de fibra reciclada que ya cuenta con la Declaración de Impacto Ambiental. El objetivo es que las obras puedan comenzar este mismo año. Una planta de recuperación de fibras textiles y otra de papel tisú completan el proyecto de la pastera para As Pontes, pero, tal como recordó Álvarez, no es el único que está en marcha. Eumecons, una contratista habitual de Endesa, levanta, también en terrenos de la central, unas naves de servicios para el sector de la construcción que creará 30 nuevos empleos.
"La meta es crear más empleos con las nuevas industrias que consigamos atraer a As Pontes que los que se han perdido con el cierre de la central de carbón. Ese objetivo lo vamos a conseguir", aseguró Vázquez.