8º-14º
jueves | 2 mayo | 2024
Sin dormir pero con una medalla de bronce debajo del brazo, el local Manuel Permuy Martínez –41 años– empezaba ayer una semana que para el presidente del Sport Fight lo hizo tras una agridulce participación en el Campeonato del Mundo de veteranos de grappling y grappling gi. El local aterrizaba en Lisboa en la madrugada del lunes, con el tiempo justo para conducir y llegar a su puesto de trabajo, descansar un rato y atender a sus clases vespertinas. Todo ello como nuevo tercer clasificado en la competición de veteranos A -77 kilos en la modalidad de sin kimono. en la competición celebrada en la ciudad griega de Loutraki.
Permuy suma así el que es su segundo bronce mundial –el primero lo hizo en la modalidad de brazilian jiujitsu en Abu Dhabi–, si bien su concurso en la competición griega bien pudo haber terminado con otra presencia del del Sport Fight en el podio. Y es que un cambio en el horario de competición en la jornada del domingo impidió al deportista local terminar su actuación en la modalidad con kimono. Era o pelear o volver a casa según el plan inicial previsto. Y Permuy optó por la segunda. A pesar de no completar la competición, el local se quedó en las peleas que, de nuevo, le hubiesen dado un puesto en el podio, el segundo en dos días.
Y todo ello con un dedo del pie roto –en una competición de lucha playa a finales del pasado mes de agosto–, así como otra rotura en la planta. “En la lucha siempre tienes alguna cosa”, señalaba entre risas Permuy poco después de regresar de Grecia. El del Sport Fight cimentó su camino hacia al bronce en cuatro peleas en las que se impuso en todas por sumisión.
“No estoy acostumbrado al sistema de puntuación de esta Federación”, contaba Permuy, “siempre empiezo por detrás en el marcador y si no es por sumisión me es muy difícil remontar”. Permuy se impuso en la fase de grupos al estadounidense Daniel José Rodríguez y al ucraniano Maksym Petrenko, disputando la ronda de semifinales ante el armenio Khudayan, la única pelea que cedió pasando así a buscar el bronce internacional. Un combate que sí ganó ante el húngaro Robert Varga.
Una tercera posición que, en absoluto, es suficiente para Permuy que sueña “con ganar el Mundial y estoy ahí, al borde”, comentaba el deportista, “soy muy testarudo y terco”, y eso, precisamente, es una de las piedras fundamentales en su exitoso camino internacional y nacional “Trabajar, entrenar, dar clase e ir en avión, es mi vida”, comentaba entre risas tras la consecución de su segunda medalla mundialista.
Un programa de vida que, afortunadamente, puede compartir en algunas de sus competiciones con su pareja, Beatriz Sánchez. Si bien esta deportista suma menos experiencia que Permuy, ambos acudirán este fin de semana al Campeonato de Europa de brazilian jiujitsu en Coimbra, mientras que Permuy mira tanto a esta cita continental –en la que tendrá que verse las caras con competidores más jóvenes al no haber rivales en su categoría de edad– como al Mundial al que hará frente a principios de noviembre en Abu Dhabi.
Fue precisamente en esta modalidad en la que Permuy comenzó a dar sus primeros pasos hace poco más de una década, si bien no fue hasta el 2016 cuando el del Sportfight empezó a competir “ya sin parar. Tengo 41 años y compito todo los fines de semana”. Superando incluso el pasado año una dura lesión de rodlilla cuya operación tuvo que costearse el mismo, si bien previamente, el local seguía compitiendo infiltrado. Un paso por el quirófano del que todavía se está recuperando, volviendo a coger el ritmo y pensando ya en “arreglar” la otra. Mientras tanto Permuy sigue peleando, tanto fuera como dentro del tatami.
