La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, destacó ayer por la mañana el final de la 1ª fase de mejora de la carretera AC-862, que continuará ahora hasta A Ponte de Mera y supondrá “un antes e un despois” en la movilidad entre San Sadurniño y Ortigueira, tras la inversión de 15 millones de euros por parte de la Xunta.
Vázquez Mourelle, junto con la delegada territorial de la Xunta en Ferrol, Martina Aneiros, y responsables de los municipios afectados por los trabajos, supervisó en el tramo entre San Sadurniño y O Campo do Hospital el resultado de las obras en el vial que sirve de principal comunicación entre Ferrol y los concellos de San Sadurniño, Moeche, Cerdido y Ortigueira. Esta intervención de mejora de la capacidad de las condiciones de seguridad de la vía supuso, tal y como recordaron desde el ejecutivo autonómico, una inversión de 7,2 millones de euros.
La conselleira detalló las actuaciones acometidas a lo largo de 17,5 kilómetros, en el tramo anteriormente citado. Concretó, pues, los distintos trabajos llevados a cabo para la mejora del trazado, con la rectificación de curvas de radio reducido, la disposición de tercer carril para facilitar los adelantamientos o la optimización del carril lento que había en sentido Ferrol.
La titular de Infraestruturas e Mobilidade remarcó que se trató de una “actuación integral e ambiciosa, de certa complexidade técnica, na que se fixeron desmontes de ata 20 metros de altura, ademais de obras de canalizacións e drenaxe”.
Desde el gobierno autonómico recuerdan que esta obra se suma a la ya finalizada en septiembre de 2022, que supuso la mejora de la carretera que une Valdoviño y Cedeira y que que permitió acortar un 30% el tiempo de recorrido –con una inversión de 4,7 millones–.
Ethel Vázquez avanzó que el objetivo es iniciar los trabajos de la 2ª fase de la mejora de la AC-862 en primavera, con un plazo de ejecución de 18 meses y con una inversión de 7,5 millones de euros, “para continuar agora en tres quilómetros máis ata A Ponte de Mera”, lo que supondrá, sostivo, “case a execución dunha estrada nova”. Así las cosas, recordó que en noviembre del pasado año se licitaron las obras de esta segunda fase, en las que se seguirá la misma línea de trabajo que en la primera, con actuaciones similares a las ya ejecutadas en el primer tramo: la rectificación de 13 curvas, la instalación de cunetas de seguridad y la habilitación de terceros carriles.
La intervención incluye la disposición de barreras en los bordes de la vía donde la altura de los rellenos supere los tres metros; la instalación de barreras para la protección de motoristas en las zonas con radio reducido; la ampliación de los arcenes; y señalización. La Xunta valora en estos momentos las ofertas recibidas y “están avanzados os actos expropiatorios, co levantamento de actas previas xa realizadas e a formalización das actas de ocupación prevista para comezos do mes de marzo”.