“No podía ser peor. O sí. Ya no lo sé”. Así de apesadumbrado se mostraba el alcalde de Ares, Julio Iglesias, tras la rotura que se produjo en la red de abastecimiento del municipio, que provocó nuevamente problemas para muchos vecinos de la villa, especialmente, aquellos que habitan pisos altos.
Tal y como explicaba el regidor, la fuga se produjo “a metro y medio de profundidad bajo un espeso bloque de cemento” en pleno paseo marítimo (avenida Saavedra Meneses). Tras las dificultades para localizarla, los operarios tuvieron que picar a mano para llegar hasta la fisura de la red, “porque una máquina podría provocar grietas en las casas”, expone el alcalde.
Para colmo, una vez arreglada la rotura, la red volvió a reventar.
El regidor aresano recuerda que la tubería general de entrada “es insuficiente para atender la demanda los fines de semana del verano” y que cualquier incidencia en la red “resulta catastrófica”.
Iglesias sostiene que el Concello “hace tiempo que hicimos lo teníamos que hacer, con creces”, remarcando que se extendió el servicio a muchos vecinos que carecían del mismo (como en Cervás, Chanteiro y varios lugares de Lubre y Caamouco) “porque era injusto que siguieran privados” del mismo.
“Cambiamos todas las tuberías de fibrocemento, desdoblamos y sectorializamos la red, construimos nuevos bombeos y depósitos”, enumera el alcalde, recordando el proyecto para una nueva tubería general de entrada, con dos nuevos depósitos de 3.000 metros cúbicos de capacidad total. “Compramos los terrenos necesarios para ello y conseguimos los más de cuatro millones de euros necesarios para ejecutarlo”, añade el responsable local, recordando la visita al municipio el pasado mes de mayo del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en el que anunció el inicio de los trabajos para este mismo año.
“Mientras tanto, de la rotura de As Pías, por donde se pierden desde hace años miles de metros cúbicos a diario, no se ocupa nadie y en Ares, los fines de semana, los domingos sobre todo, son los días más complicados”, explica el alcalde.
Ante esta situación, el Concello ha emitido un bando para que los vecinos y vecinas del municipio adopten una serie de recomendaciones, con el fin de evitar “o consumo simultáneo en certos momentos do día”.
Así, desde el ejecutivo local recomiendan evitar poner las lavadoras “os sábados e domingos pola mañá, así como entre as 20.00 e 21.00 horas”. También se aconseja realizar “duchas cortas, de menos de cinco minutos de duración”, además de poner el lavavajillas a media tarde “ou despois das 22.00 horas”.
Otra de las recomendaciones del Consistorio es “evitar a dobre carga dos inodoros cando non sexa estritamente necesario”, así como no llenar piscinas, baldear patios, lavar coches o “calquera outro uso que non sexa imprescindible para a vida diaria”.
En definitiva, “trataremos entre todos de escalonar a forte demanda simultánea que se produce nas fins de semana pola mañá e entre as 20,00 e as 22.00 horas”, señala.