Los esfuerzos para frenar la proliferación de la avispa velutina –peligrosa para el medioambiente y, además, un riesgo para la salud de las personas– siguen siendo pocos. Y es que la presencia de este insecto asiático es cada vez mayor en las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortegal, y así lo corroboran los datos de los nidos retirados en los últimos años, que no dejan de aumentar. Dolor intenso, inflamación y enrojecimiento de la piel es lo que provoca la picadura de una avispa común. La reacción se intensifica, y mucho, cuando se trata de la velutina, cuyo pinchazo es similar al de un gran alfiler, desencandenando en un dolor intenso y escozor, cuyos efectos pueden superar las 24 horas, aún más graves para los alérgicos
Por ello, desde la Asociación Galega de Apicultura (AGA), concretamente desde su delegación en Ferrol, inciden en la importancia de que los vecinos y vecinas realicen –desde finales de marzo y hasta mayo, coincidiendo con la fase de construcción y actividad de los nidos primarios– una instalación de trampas para la captura de ejemplares de velutina. “Se non queres un niño preto da túa casa, coloca un par de trampas para cazar ás raíñas na horta ou xardín”, explica el técnico apícola de AGA, Rafael Díaz. Este procedimiento puede realizarse, también, entre los meses de septiembre y diciembre, cuando nacen las nuevas avispas reinas y durante su hibernación.
Desde AGA hacen hincapié en que la colocación de las trampas se lleve a cabo en lugares soleados, ya que el olor del líquido atrayente se difunde mejor cuanto más caliente esté. Las reinas, además, se alimentan de glúcidos de plantas y especies asiáticas como las camelias o los árboles frutales en flor –véase los nísperos–, por lo que es recomendable ubicar estos “cebos” cerca de ellos.
Lo ideal es colocar las trampas cerca de los nidos de velutina del último año que no se hayan eliminado antes de septiembre, en un radio de 100 o 150 metros, alejados también en esa distancia en el caso de que tuviésemos un colmenar de abejas.
A ser posible, que la trampa cuente con un ejemplar de avispa asiática –si es vivo y una reina, mejor– repercutirá en un aumento de la atracción por el efecto de las feromonas y servirá también de repelente para las abejas –a las que se quiere proteger–.
Los expertos inciden en la importancia de emplear trampas lo más selectivas posible para evitar que entren en ellas otros insectos polinizadores, que son fundamentales para la reproducción de plantas y cultivos.
Para ello, a la hora de elaborar este “engaño” casero, deben realizarse dos agujeros enfrentados –con un diámetro de entre ocho y nueve milímetros– en la parte superior de la botella Así conseguiremos que abejorros, mariposas o polillas no se introduzcan en la trampa. Justo debajo, también enfrentados, haremos dos orificios de salida de entre cuatro y cinco milímetros.
Desde AGA indican que es aconsejable, además, colocar en el interior del recipiente un corcho o cualquier elemento flotante en el líquido atrayente. Aunque existen a la venta fluidos ya preparados para este fin, es posible elaborar una mezcla casera empleando levadura fresca, azúcar y agua.
La Xunta ha renovado este año la colaboración con la empresa pública Seaga para llevar a cabo, por cuarto año consecutivo y junto a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), el programa de vigilancia y control frente a la avispa velutina. Un total de 306 ayuntamientos gallegos estuvieron adheridos a este plan en 2022, incorporándose en este 2023 cinco concellos más, entre ellos, el de Ortigueira.
En total se retiraron 22.200 nidos de esta especie asiática en la Comunidad, siendo la provincia de A Coruña, con 10.352, la más afectada –le sigen Pontevedra, con 6.899; Lugo, con 2.918; y Ourense, con 2.054–.
En el caso de las comarcas del área, los operarios especializados retiraron el pasado ejercicio un total de 1.647 nidos, con Ferrol (203), Narón (189) y Valdoviño (161) a la cabeza. Cabe destacar que no figuran datos sobre Ortigueira, dada su reciente incorporación al programa.
El ejecutivo gallego indica que, tras alertar de la presencia de un nido a través del Teléfono de Atención e Información á Cidadanía (012), el plazo medio para la retirada del mismo es de cinco días. En los meses de verano, la Xunta refuerza esta línea específica, atendiéndose el pasado año 7.231 llamadas sólo en agosto.
Cuando las alertas se corresponden con un caso de urgencia –por estar en lugares muy concurridos, por ejemplo–, éstas son derivadas al 112, desde donde se atendieron más de 3.000 avisos en 2022.
Además, la administración autonómica puso en marcha el ejercicio pasado un chatbot complementario a las llamadas del 012 –que funciona 24 horas los 365 días del año–, a través del cual se gestionaron 4.409 avisos.
El gobierno gallego cuenta, asimismo, con la aplicación Controlvelutina, que los efectivos del Seaga emplean para gestionar los avisos en tiempo real.