El Servizo de Prevención, Extinción de Incendios e Salvamento (Speis) de Narón hizo balance en la mañana de este martes de los operativos en los que tuvieron que participar en la pasada jornada, debido al apagón general que dejó en jaque a toda la península.
El cuerpo naronés reforzó su guardia con siete efectivos, con cuatro salidas por problemas relacionados con ascensores. Además, los profesionales del Speis acudieron a la carretera de Castilla para hacer frente a una inundación de humo en una clínica, provocada por el arranque del generador de un garaje.
Los efectivos también asistieron a diversas personas en silla de ruedas para poder subir a sus viviendas, realizando durante toda la jornada de ayer rondas en vehículos ligeros para comprobar si los vecinos y vecinas precisaban algún tipo de asistencia.
Responsables del ejecutivo local de Narón se mantuvieron reunidos el pasado lunes en la nave de servicios del Concello, ubicada en la carretera de Cedeira, desde donde coordinaron junto a los cuerpos de emergencias las medidas a tomar mientras no se recuperase el suministro, que volvió finalmente de madrugada.
A diferencia de la vecina localidad de Ferrol, que activó el Plan de Emerxencias municipal, el Consistorio naronés no inició ningún protocolo específico, más allá del acopio de generadores o combustible.
Lo que si se reforzó fue la presencia policial en las calles, con un incremento de las patrullas a medida que pasaban las horas y la luz solar descendía. La alcaldesa, Marián Ferreiro, confirmaba ayer a este Diario la coordinación entre los efectivos de Protección Civil, Policía Local y Nacional, que recorrieron las calles naronesas a baja velocidad para velar por la seguridad.