La agrupación Só Elas fue una de las cuatro que tomó parte en el XI Encontro de Rondallas Cidade de Narón que tuvo lugar el sábado. Arropadas por Añoranzas, Lucero del Alba y Trovadores de Ares, las ferrolanas sacaron a relucir un repertorio que respeta los clásicos, pero que también moderniza los cantos clásicos porque “queremos avanzar pero respetando la tradición, ya que cuando esta no se toca, se muere”, asevera la presidenta de este grupo, Helga Patiño.
Ellas, que ya son incondicionales a la cita que organiza la asociación de vecinos de Piñeiros en colaboración con el Concello de Narón, aseguran que están agradecidas. “Desde el primer momento nos han llamado. Nació la rondalla, y a excepción de los años de la pandemia, que no hubo ningún tipo de celebración, han contado con nosotras”, explica Patiño. En este sentido, y poniendo en valor a una comisión que trabaja sin descanso, ayer les entregaron “un pequeño regalo”, devolviendo, de esta forma, parte del cariño de los vecinos naroneses, puesto que “es de agradecer un apoyo prácticamente innato. Ahí nunca estuvimos vetadas”, concluye.
El tiempo, sin embargo, no jugó a su favor. Las actuaciones comenzaban a las 17.30 horas en la primera jornada de un fin de semana que se caracterizó por la ola de calor que provocó ciudades desiertas y arenales abarrotados. “Fue un día complicado”, comenta Patiño entre risas, “la organización nos dijo que no llevásemos las capas... ¡Imagínate salir a las Pepitas sin ellas!”. El patio de butacas también sufrió esas altas temperaturas y “yo pensaba que no iba a venir nadie”, confiesa.
A pesar de ello, hubo público. Amantes de las canciones de amor y compañeros de profesión se ampararon en la sombra de una carpa para disfrutar de una parte de la cultura propia que, en esta ocasión, va marcada por el ritmo. En relación a los segundos, a los miembros de otras rondallas, Patiño destaca la importancia de la “unidad”, explicando que “cuantas más seamos, más fiesta se hace”, ríe, “y es precioso estar entre otras agrupaciones. Creo que nos aportamos las unas a las otras”.
Cada uno de los grupos, con sus características propias, hace sinergia tanto en la calle como encima de un escenario. En el caso de Só Elas, mujeres pioneras dentro de este ámbito, están inmersas, actualmente, en la creación de un equipo de trabajo para poder formar a sus integrantes en materias como la percursión o la técnica vocal con el fin de “profesionalizarnos más e intentar crecer como agrupación, aunque sí que es verdad que la rondalla es una fiesta popular que no necesita de grandes genios, pero si se puede hacer mejor, pues perfecto”, asevera la presidenta.
En este sentido, aseguran que su unión nació “sin miedo ninguno”, ya que todas sus componentes “entraban en este mundo para sumar, ni restar ni dividir. Todas nosotras hemos nacido juntas y lo teníamos claro. Queríamos ser una rondalla, queríamos vivir la fiesta de Pepitas”, cita a la que le dan un toque diferenciador con su cancionero, que incluye nuevas formas y letras.
De esta forma, asevera que la admiración que se profesa en sus composiciones no entiende de si el destinatario es un hombre o una mujer, pero que parte, indiscutiblemente, de ese respeto a la esencia, esa de "cantar canciones de amor, un amor diverso, importante recalcarlo y más durante este mes".