As Pontes presume de pasado con el mural que recuerda la huelga de 1975

La pintura es obra de Yoseba MP, hijo de uno de los obreros que escaló la chimenea de la central térmica
As Pontes presume de pasado con el mural que recuerda la huelga de 1975
Detalle de los obreros que apoyaban desde tierra I J. M.

José Luis Muruzábal y el zamorano Miguel Ángel Domínguez Bolaños llegaron a lo alto de la chimenea de As Pontes, después de subir 360 metros de altura y 36 horas en ascensión, la noche era clara, las estrellas los acompañaban en aquella misión protesta que les costó la cárcel, pero con la que llevaron la lucha de los trabajadores de la térmica a la mesa de negociación. 

 

 

 


La tarde del sábado 31 de mayo no era oscura. La localidad tenía un brillo especial, el que uno guarda dentro, a veces sin hacer mucho ruido, pero que cuando sale demuestra que nunca se ha apagado. Se inauguraba el mural de Yoseba MP –hijo de Muruzábal–, que ponía en valor la rebeldía y el coraje de los obreros que fueron la voz de muchos. Bolaños comentaba a este Diario que, en ese momento le cayeron encima “50 años”. Hoy, la pieza ya está acabada y recoge una parte de la historia pontesa en dos paredes., un homenaje a la huelga motivada por el despido de más de 1.200 trabajadores, “un emblema da loita obreira en tempos de represión franquista”, tal y como indica la Plataforma en Defensa do Patrimonio Industrial del municipio, promotora de la iniciativa.


De hecho, uno de los miembros, Pepe Guerreiro, tenía claro que en la parte baja “tenían que verse hombres que apoyasen la causa, eso era lo que representaba la huelga”, ante esto, el artista, tuvo que recurrir a una protesta en Inglaterra, pues de la de As Pontes no tenían documentos gráficos, sin embargo, “yo creo que acerté. A una semana de terminar el mural apareció una foto en la que se inmortalizaba una asamblea en la explanada de la central”, explica reafirmando la idea de Guerreiro, “al final sí, los cascos tenían que estar ahí”.

Folga do 75
Mural completo I J. M.


Y es que este, como lo define su creador, es uno de los “murales más participativos” que existen. Emerge de una historia del pueblo y su nacer no podía ser sin ellos. Tampoco sin Bolaños, que hizo suyo el relato ya que “no es lo mismo que lo que contaba mi padre en casa, esto es literatura”. Leyendo este paso a paso de la hazaña, Yoseba MP decidió que esta iba a ser la “columna vertebral del mural”, noche estrellada incluida, lo que supuso un cambio en un “boceto que nunca estuvo cerrado”, expone, para hablar de un suceso en el que “no había imágenes pero sí mucho que contar. Hice caso de todo lo que me fueron diciendo, por ejemplo, con la noche estrellada. Ahí fue Bolaños, al enseñarle el boceto, quien me dijo que se imaginaba allí, con mi padre, mirando a un cielo abierto”. 


Finalmente lo consiguió, haciendo así un todo en una pared donde el raso habla de esa noche, la que roza el tejado del inmueble y que está en la memoria de los obreros. 


Los retratos


Entre risas, el pintor confiesa este y otros momentos en los que parecía que el destino jugaba en su contra. En concreto, hace referencia a los retratos que hoy luce esta fachada, uno de ellos el de su padre del que “no teníamos fotos en casa. De hecho fue mi hermana, unos días antes de finalizar, quien encontró algo, pero el día de la presentación estaban fatal, tuve que rehacerlos”, explica.

 

 

 


En este impasse, y vía WhatsApp, le pidió una foto de carné a Bolaños, “en la que salía todo afeitado y él me pidió que le pusiera barba y bigote”, explica. Fue de esta manera como esas dos caras, que aún recordaban muchos, pasaron a ser lo que hoy luce en vez de “dos caras desenfocadas” en las que el zamorano “tenía un aire con El Vaquilla”, reconoce risueño el autor. 


En estas dos piezas, y para los que se paren a escudriñar cada detalle, hay dos flechas que señalan hacia arriba que de forma “un poco coñera, quería que les dieran cierto protagonismo”.

 

La prensa


Otro elemento que cobra protagonismo en esta obra es la prensa, en concreto, los recortes del periódico El Pueblo Gallego –que cesaría su actividad en 1979–, una idea que “estaba desde el principio” en la cabeza de MP. No sabía cómo, pero fue uniendo piezas, probando encuadres y, finalmente, recuerda la historia a través de los medios.

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Dibujos de los escolares I J. M.


“Considero que la prensa era más que importante, necesitábamos saber qué estaba pasando y en qué contexto. La acción en sí tenía una repercusión, pero había que conocer la motivación y las consecuencias. Deja entender mejor esta protesta dentro de un momento histórico concreto”, asevera.


La política


6.000 pesetas de aumento salarial lineal, 40 horas de trabajo semanal, IRPF y Seguridad Social a cargo de la empresa, ayuda económica para los trabajadores con hijos en edad escolar y el 100% del salario en caso de accidente. Esto era lo que exigían los obreros en la tabla de reivindicaciones durante la huelga del 75, que hoy ocupa la parte central de la obra. 


Yoseba asegura que no se quería meter en política cuando pintó el mural. La simbología no entraba dentro de ese esbozo que surgió en su cabeza, pero es completamente consciente de que hay una ideología detrás, eso es innegable.


“Si me voy a pintar una superabuela –obras que tiene repartidas a lo largo de Galicia– y me empiezan a decir cosas que le tenga que meter, seguramente no haga caso, pero aquí, claro... la tabla se me hubiese pasado por completo”, asegura. Una vez conociendo este elemento no dudó en hacerlo suyo, integrarlo dentro de estas paredes, “y bueno, le metí un pequeño guiño”, revela. 

Folga2
Tabla de reivindicaciones I J.M.


Hace referencia a la simpatía de su padre y de Bolaños con el Partido del Trabajo de España (PTE) –que no trascendió a los medios de comunicación–, una agrupación con ideología comunista. De esta forma, por debajo de las exigencias de As Pontes, se puede leer “pan, traballo e liberdade”, consigna de este grupo político. “Está en pequeño, tampoco quería poner una simbología clara”, explica, “pero sí una referencia”. 


Aunque esta parte no estaba proyectada, ya que, como explica MP, “realmente no tenía pensado meter nada, pero escribí mal la tabla, me quedaba desajustada, descentrando la imagen”, asegura en referencia al pequeño puño que luce junto esas tres palabras que fueron lema del PTE, “pero bueno” reflexiona entre risas, “no queda tan mal”.


De esta manera, ahora hay una pared que echa la vista atrás 50 años demostrando una verdad tan cierta como que “una imagen vale más que mil palabras”, el retrato de una acción que ayuda, sin duda, a la transmisión de la historia y la entidad de un pueblo.


“Un mural”, asegura su autor, “que permite que todos aquellos que quieran puedan pasar más de 20 minutos rebuscando entre sus detalles”, conociendo caras no tan nuevas o leyendo a cronistas que cubrieron esas 36 horas ante un cielo pontés cubierto de estrellas. 

As Pontes presume de pasado con el mural que recuerda la huelga de 1975

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