La goleada encajada ayer ante el Celta Fortuna en el trofeo Concepción Arenal es un aviso para el Racing, pero conviene no dramatizar. El filial celeste es un equipo plagado de jóvenes talentos, con una filosofía muy concreta en la que el club lleva años trabajando con seriedad. El conjunto ferrolano, por su parte, está confeccionado desde cero, con apenas dos continuidades. Démosle tiempo y un poco de calma.