Una noche que duró 16 horas es el balance de la falta de suministro eléctrico que vivió la ciudad naval. Pese al ansia de muchos ciudadanos por hacer acopio de alimentos o de material de iluminación, no se produjeron graves incidencias y éstas apenas superaron el medio centenar. El Concello, que inmediatamente puso en marcha el Plan de Emerxencia Municipal, valoró tanto el civismo de la población como la tarea de los cuerpos de seguridad y empresas colaboradoras. Lo dicho, un final feliz.