Seis de cada diez españoles consideran que la información que dio el Gobierno durante el gran apagón fue insuficiente. Los otros cuatro igual estaban en la playa. O no tenían forma de comprobar que, junto a la de la luz, la gran ausencia de la jornada era la del presidente. Normal, en consecuencia, que no haya calado el mensaje del ciberataque en el que se insiste desde el Ejecutivo. Su credibilidad ha caído casi tanto como el suministro de energía el lunes.