Mucha historia y muchas historias han llegado hasta nosotros desde la primera proyección cinematográfica en París, cuando el invento de los hermanos Lumière, el cinematógrafo, asomaba marcando la aparición muda del séptimo arte. Luego siguieron las primeras funciones en las que el problema del sonido se resolvía con la presencia in situ de un relator y casi siempre de un pianista que acompañaba la catártica escena con música generalmente improvisada, en la que las persecuciones se hacían más trepidantes a ritmos de veloces semicorcheas, el misterio más enigmático sonando los registros más graves del teclado y el amor más sentimental con románticas melodías. Así, hasta que en 1908 aparece la primera banda sonora original con música creada especialmente para el cine, surgiendo páginas de gloriosas e inolvidables composiciones para un género todavía emergente. Ahora, cuando se celebra la XXXV edición del Festival Cineuropa en Compostela y recuperando la esencia de estas iniciales fórmulas, la Real Filharmonía de Galicia acaba de presentar en concierto la banda sonora de El Peregrino, una película protagonizada por el icono del humorismo, el célebre Charlot, autor aquí además de la propia música del filme que pudimos escuchar restaurada por el director y compositor Timothy Brock, una autoridad en la música cinematográfica de época y especialmente en la música de Chaplin, del que recupera míticos títulos como Tiempos Modernos, Luces de la ciudad, La quimera del oro o El Circo, transcribiendo además 13 horas de composiciones inéditas del actor. Un concierto diferente, especial, en la genuina esencia entre lo auditivo y lo visual ampliada a través de las grandes dimensiones que proporciona la orquesta y en el que Sir Charles Spencer “Charlie” Chaplin gracias a la magia de la gran pantalla peregrina a Compostela para regalarnos una vez más, nuevas sonrisas.