o, este artículo no pretende analizar el desaparecido programa televisivo emblema de las relaciones tóxicas, la testosterona y la banalidad. Este artículo va de las citas que, casualmente, reúnen en Valencia a mujeres destacadas de la política nacional y al congreso del PSOE valenciano, con Ximo Puig a la cabeza, sin la sombra de Ábalos.
Empecemos por los hombres, representados en este caso por los dos políticos valencianos. La caída en desgracia y el destierro del otrora omnipotente ministro Jose Luis Ábalos y su salida simultánea de la dirección del PSOE, ha despejado el camino a la reelección del presidente de de Generalitat para seguir al frente del PSPV. Si su vicepresidenta Monica Oltra, con la que las relaciones no son lo que se dice fáciles, no hubiera convocado la cita de las mujeres, que le va a restar protagonismo en los medios, el Congreso habría sido una fiesta para Ximo Puig.
Los fastos de la inauguración contaron con la presencia, inevitable en cualquier acto del PSOE actual, del expresidente Zapatero, que sigue manejando hilos importantes de la organización y de la propia Moncloa. Aunque hablar de hilos pudiera interpretarse como minusvalorar su capacidad de mover cargos y decisiones de Gobierno. Que lo hace. A su lado, Leire Pajín, que fue ministra en uno de sus gobiernos, sin obra memorable que contar. Su presencia, como la de Zapatero, visualiza la recuperación de los protagonistas del socialismo de 2008 que no es, precisamente, un buen cartel electoral.
La salida de Ábalos ha dejado a Puig sin contrincantes y será el único candidato a presidir el PSPV, lo que le coloca en buena posición para revalidar el cargo de presidente autonómico en los próximos comicios. Y, hablando de Ábalos, una de las incógnitas de esta semana es como un exministro y experimentado parlamentario pudo cometer el error de “equivocarse” en la votación de los candidatos al Constitucional. El hecho de que denunciara en un programa de televisión, del que quiere ser contertulio, que las informaciones sobre su salida de Moncloa venían de “fuego amigo” crea la sospecha de que su “error” fuese un toque de atención para callar rumores.
En cuanto a la cita de Yolanda Díaz, Mónica Oltra, Ada Colau, Mónica Garcia y Fátima Hamed, parece ser un prolegómeno del nacimiento de la plataforma política con la que se presentará a las elecciones la actual ministra de Trabajo. Todas ellas tienen mando en plaza y ya han mostrado su apoyo al proyecto.
Si de verdad el encuentro sirve para “hablar del proyecto de país” y, además, escuchar a la ciudadanía, bienvenidas sean. Porque tiene toda la razón Díaz cuando asegura que “los partidos aburrimos a las vacas”. Si las cinco representantes de todas las administraciones, autonómica, nacional y municipal, logran resituar los problemas de futuro que esperan a las nuevas generaciones, será un buen punto de partida para la plataforma de izquierdas. Pero para eso deberán dejar de lado las siglas, los intereses partidistas, los egos y las ambiciones personales. Difícil, muy difícil, tarea. Por cierto, ¿donde están Irene Montero e Ione Belarra?