Lista abierta de Suarez y Máiz (I)

l 18 de julio del año en curso, se hizo una concentración delante del ayuntamiento de Ferrol, para exigir que se cumpla lo prometido, ya con el anterior alcalde, de elevar un Monumento que honre a los asesinados por la dictadura franquista en Ferrol, sus nombres deben aparecer en ese monumento. Se leyó toda la lista de los encontrados hasta hoy, “son todos los que están, pero nadie puede afirmar que están todos”, como fueron prohibidas las alabanzas, o lo que es peor, hablar de ello, las familias con el miedo silenciaron el tema, y los que consiguieron huir no tocaron el asesinato de sus padre y/o sus hermanos, porque temían los alcanzasen allí donde estuviesen.

Todo ciudadano tiene derecho a conocer la historia de su nación, pero no toda está escrita, a veces hay que ser bastante valiente para atreverse a emprender una investigación, que sabe de antemano, que va a ser agradecida por unos y vilipendiada por otros.

En la historia local de Ferrol nos encontramos que el año 1936 los militares dan el golpe para acabar con la II República, y coincide que el cabecilla militar que se significará muy pronto y absorberá todos los poderes, es Francisco Franco, nativo de Ferrol. En la ciudad se erigieron cruces en las plazas o en las iglesias “A los caídos por Dios y por la Patria”. Nadie en Ferrol se preocupó por saber cuántos cayeron por defender la república, la escuela humanista, la educación de las mujeres, la libertad de credos, los derechos de los obreros, o el control de la maternidad. Un cedeirés, maestro de escuela, después de alcanzar la licenciatura a través de la UNED, asió las riendas en 1992 y no las soltó hasta que defendió su trabajo en Madrid, en diciembre del 2000, con el título “Alzamiento y Represión en la comarca de Ferrol (1936-1939), bajo la dirección de Mª Soledad Gómez de las Heras, presidido el tribunal por el conocido historiador Javier Tusell, siendo uno de los vocales el fallecido catedrático de la facultad de Historia en Santiago, Barreiro Fernández, la valoración del trabajo fue la máxima “Sobresaliente “cum laude”.

El investigador Suárez contextualiza la España de aquel momento, es enervante leer el texto del: “Bando declarando el estado de guerra en Coruña y Ferrol: Don Enrique Cánovas Lacruz Hago Saber: Que secundado el movimiento iniciado en el resto de España por todas las fuerzas armadas de la Nación para salvar su existencia y defender la Repúlica”, éste es el comienzo del texto de dos páginas, que termina “¡Viva España! ¡viva la República!”; la base para declarar la guerra era una mentira, una gran mentira, no se trataba de salvar a la República sino de acabar con ella y con todos los que la defendiesen.

Suárez definió su Hipótesis en “conocer y exponer el proceso represivo en veintidós municipios de Ferrol y comarca, entre el 18 de julio de 1936 y el 31 de diciembre de 1939”. La tesis o realización de este trabajo pretende explicar los hechos de la sublevación y contabilizar el numero de ejecutados (judicial y extrajudicialmente), calcular la incidencia de las ejecuciones irregulares, el aumento de la tasa de mortalidad anual que provocó la represión en los municipios, grupos profesionales y partidos políticos que la sufrieron, explicar los métodos represivos y analizar los procesos sumariales que legalizaron la represión violenta; todo esto se puede encontrar en el libro editado con el mismo título.

El investigador vació los principales diarios de entonces en Ferrol y Coruña en busca de “muertos o desaparecidos” siendo consciente de que cualquier nombre que encontrase debía ser estudiado y cotejado con otras fuentes hasta poder afirmar que era un número más de los asesinados por los rebeldes. Lo mismo hizo con los archivos de los Registros Parroquiales de Narón y Mañón; y de los Registros Civiles de 20 ayuntamientos1 que le facilitaron la lectura de Los Libros de Defunciones (de 1936 a 1950), además pudo consultar en 1996, después de una lucha constante para que los abriesen a los investigadores, los archivos militares, especialmente el “Archivo General de la Zona Marítima del Cantábrico” en Ferrol, allí encontró 85 Sumarios de Consejos de Guerra celebrados en Ferrol entre 1936 y 1939, sin esa fuente su Tesis sería muy incompleta. Además de la prensa general, buscó periódicos de partidos y documentación de asociaciones políticas y sindicales de la II República, mucho más completas y fiables que las oficiales (obligadas a escribir lo que les mandaban).

Las conclusiones fueron muy importantes, el número de asesinados asciende a setecientos quince (715), el peor año fue el de 1936. Las causas fueron muy diversas, políticamente los más buscados y ejecutados fueron los socialistas. Hay bastantes víctimas que son asesinadas en Ferrol pero nacieron en otro ayuntamiento o país. Sobre todo esto hablaremos en la segunda parte.

La Lista que se le presentó a los regidores de Ferrol recoge novecientos ochenta y cuatro (984) asesinados. Se explica porque en su momento se decidió que debían incorporarse todas las víctimas desde 1936 a 1975 (el último asesinado fue Moncho Reboiras). El libro del doctor Bernardo Maíz Resistencia, guerrilla e represión. Causas e consellos de guerra. Ferrol 1936-1955, editado en 2004, junto con otros trabajos del mismo autor, especialmente sobre la guerrilla y la resistencia, incrementaron el número.

La lista debe seguir abierta, porque se falseaba la causa de la muerte, como al párroco de Xestoso que desapareció de su parroquia y apareció en el libro de muertos de la parroquia así: “ Andrés Arés… murió en el cementerio de la parroquia de Barallobre (Fene) el día 3 de octubre 1943 a las once de la noche”, sin duda allí lo mataron a esa hora.

El monumento debe hacerse ya aunque esta lista siga abierta, al final se incorpora el 985 de esta forma: “A los asesinados que todavía no hemos encontrado”. El 18 de julio del año en curso, se hizo una concentración delante del ayuntamiento de Ferrol, para exigir que se cumpla lo prometido, ya con el anterior alcalde, de elevar un Monumento que honre a los asesinados por la dictadura franquista en Ferrol, sus nombres deben aparecer en ese monumento. Se leyó toda la lista de los encontrados hasta hoy, “son todos los que están, pero nadie puede afirmar que están todos”, como fueron prohibidas las alabanzas, o lo que es peor, hablar de ello, las familias con el miedo silenciaron el tema, y los que consiguieron huir no tocaron el asesinato de sus padre y/o sus hermanos, porque temían los alcanzasen allí donde estuviesen.

Todo ciudadano tiene derecho a conocer la historia de su nación, pero no toda está escrita, a veces hay que ser bastante valiente para atreverse a emprender una investigación, que sabe de antemano, que va a ser agradecida por unos y vilipendiada por otros.

En la historia local de Ferrol nos encontramos que el año 1936 los militares dan el golpe para acabar con la II República, y coincide que el cabecilla militar que se significará muy pronto y absorberá todos los poderes, es Francisco Franco, nativo de Ferrol. En la ciudad se erigieron cruces en las plazas o en las iglesias “A los caídos por Dios y por la Patria”. Nadie en Ferrol se preocupó por saber cuántos cayeron por defender la república, la escuela humanista, la educación de las mujeres, la libertad de credos, los derechos de los obreros, o el control de la maternidad. Un cedeirés, maestro de escuela, después de alcanzar la licenciatura a través de la UNED, asió las riendas en 1992 y no las soltó hasta que defendió su trabajo en Madrid, en diciembre del 2000, con el título “Alzamiento y Represión en la comarca de Ferrol (1936-1939), bajo la dirección de Mª Soledad Gómez de las Heras, presidido el tribunal por el conocido historiador Javier Tusell, siendo uno de los vocales el fallecido catedrático de la facultad de Historia en Santiago, Barreiro Fernández, la valoración del trabajo fue la máxima “Sobresaliente “CUM LAUDE”.

El investigador Suárez contextualiza la España de aquel momento, es enervante leer el texto del: “Bando declarando el estado de guerra en Coruña y Ferrol: Don Enrique Cánovas Lacruz Hago Saber: Que secundado el movimiento iniciado en el resto de España por todas las fuerzas armadas de la Nación para salvar su existencia y defender la Repúlica”, éste es el comienzo del texto de dos páginas, que termina “¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA LA REPÚBLICA!”; la base para declarar la guerra era una mentira, una gran mentira, no se trataba de salvar a la República sino de acabar con ella y con todos los que la defendiesen.

Suárez definió su Hipótesis en “CONOCER y EXPONER el proceso represivo en veintidós municipios de Ferrol y comarca, entre el 18 de julio de 1936 y el 31 de diciembre de 1939”. La TESIS o realización de este trabajo pretende explicar los hechos de la sublevación y contabilizar el numero de ejecutados (judicial y extrajudicialmente), calcular la incidencia de las ejecuciones irregulares, el aumento de la tasa de mortalidad anual que provocó la represión en los municipios, grupos profesionales y partidos políticos que la sufrieron, explicar los métodos represivos y analizar los procesos sumariales que legalizaron la represión violenta; todo esto se puede encontrar en el libro editado con el mismo título.

El investigador vació los principales diarios de entonces en Ferrol y Coruña en busca de “muertos o desaparecidos” siendo consciente de que cualquier nombre que encontrase debía ser estudiado y cotejado con otras fuentes hasta poder afirmar que era un número más de los asesinados por los rebeldes. Lo mismo hizo con los archivos de los Registros Parroquiales de Narón y Mañón; y de los Registros Civiles de 20 ayuntamientos1 que le facilitaron la lectura de Los Libros de Defunciones (de 1936 a 1950), además pudo consultar en 1996, después de una lucha constante para que los abriesen a los investigadores, los archivos militares, especialmente el “Archivo General de la Zona Marítima del Cantábrico” en Ferrol, allí encontró 85 Sumarios de Consejos de Guerra celebrados en Ferrol entre 1936 y 1939, sin esa fuente su Tesis sería muy incompleta. Además de la prensa general, buscó periódicos de partidos y documentación de asociaciones políticas y sindicales de la II República, mucho más completas y fiables que las oficiales (obligadas a escribir lo que les mandaban).

Las conclusiones fueron muy importantes, el número de asesinados asciende a setecientos quince (715), el peor año fue el de 1936. Las causas fueron muy diversas, políticamente los más buscados y ejecutados fueron los socialistas. Hay bastantes víctimas que son asesinadas en Ferrol pero nacieron en otro ayuntamiento o país. Sobre todo esto hablaremos en la segunda parte.

La Lista que se le presentó a los regidores de Ferrol recoge novecientos ochenta y cuatro (984) asesinados. Se explica porque en su momento se decidió que debían incorporarse todas las víctimas desde 1936 a 1975 (el último asesinado fue Moncho Reboiras). El libro del doctor Bernardo Maíz Resistencia, guerrilla e represión. Causas e consellos de guerra. Ferrol 1936-1955, editado en 2004, junto con otros trabajos del mismo autor, especialmente sobre la guerrilla y la resistencia, incrementaron el número.

La lista debe seguir abierta, porque se falseaba la causa de la muerte, como al párroco de Xestoso que desapareció de su parroquia y apareció en el libro de muertos de la parroquia así: “ Andrés Arés… murió en el cementerio de la parroquia de Barallobre (Fene) el día 3 de octubre 1943 a las once de la noche”, sin duda allí lo mataron a esa hora.

El Monumento DEBE HACERSE YA aunque esta lista siga abierta, al final se incorpora el 985 de esta forma: “A los asesinados que todavía no hemos encontrado”.

Lista abierta de Suarez y Máiz (I)

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