Hay personajes que cada vez que abren la boca sube el pan y hay otros a los que no les hace falta ni abrirla para que algo pierda valor. Es lo que sucedió con Cristiano Ronaldo que, en una rueda de prensa declinó las bebidas refrescantes que tenía delante y pidió agua, como haciéndole ascos al refresco gaseoso. Eso fue suficiente para que la empresa en cuestión perdiera en bolsa unos cuatro mil millones de dólares. Habrá que pedirles a estos niños caprichosos que tanto abundan en el deporte actual que se lo piensen muy mucho antes de dañar a quien los hace ricos con contratos de imagen. FOTO: cristiano ronaldo | efe