desde luego, si el Partido Popular quería pegarse un tiro en el pie no lo podía haber hecho mejor. La gestión de la crisis provocada por la negativa de Alfonso Alonso a la coalición con Ciudadanos será estudiada en la universidad como el modo en el que no se debe tramitar un conflicto interno. Al final, Génova terminó imponiendo sus tesis y la coalición irá adelante sin contar con Alonso. En su lugar, Pablo Casado recurrió a otro histórico del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, para ser cabeza de cartel. Pero el problema es que el partido se juega mucho más que un buen o mal resultado en Euskadi. Tanto el PP como Cs tienen ante sí el reto de no ser meros comparsas frente al resto de formaciones, tal y como sucede ahora y, desde luego, el modo de comenzar no parece el más adecuado. FOTO: Casado y alonso | aec