UNO piensa en una musa y no se le viene a la cabeza Carlos Negreira; si piensa en un “muso”, tampoco, pero la Marea, nasía pa’ganá, es tan rara, es tan complicado meterse en el proceso de raciocinio de sus miembros que han convertido al exalcalde en su fuente de inspiración. La semana pasada le chulearon el plan que había diseñado para solicitar fondos Eidus en nombre del área metropolitana –el propio alcalde se lo confesó a Rosa Gallego, la María Pita de Hierro– y ahora han hecho otro corta y pega con el plan RUA. Sí, es verdad, lo han rebautizado –ceremonia civil, por supuesto– y se llamará A pé de barrio, pero es lo mismo. Pero lo peor no es la copiada –¡que mira que tiene delito!– sino que una vez más queda al descubierto la incongruencia de la xente do común. La concejala de Bienestar Vegetal, María García, biotopo pata negra, conocida por su teima de que haya moreas de lixo espalladas por las calles, aseguró hace poco que la sensación de suciedad era cosa de la prensa y que A Coruña relucía como una patena; sin embargo, ahora le da por baldear la ciudad con lejía –no tóxica–... lo dicho, no hay quién los entienda. FOTO: maría garcía llega sonriente a un pleno municipal | aec