A Rocío Fraga, en cuya hoja de méritos se define como “activista feminista y de diversos movimientos sociales”, le gusta tanto tuitear por la noche como no hacer nada que tenga que ver con las responsabilidades de su puesto en el Gobierno municipal: concejala de Igualdad y Diversidad –¡vaya nombrecito!, ¿alguien se puede imaginar un departamento de Impuestos y Evasiones?, pues eso–. Sin embargo, en la reformita del equipo de gobierno que ideó Iago Martínez, el Rasputín de Teis, y ejecutó Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, le cayó encima la dirección de la Policía Local, que antes formaba parte de las ducias de competencias que eran monopolio del alcalde –si por cada una de ellas cobrase un sueldo, en dos días aparecía en la lista Forbes–, pero la concejala ni se inmutó; sigue sin hacer el mínimo esfuerzo. Que la seguridad está comprometida... a ella qué más le da. Hasta Martiño “2.0” Noriega ha anunciado que pondrá bolardos y jardineras en las zonas más concurridas, pero ella ni ha convocado una reunión para analizar esa posibilidad. Ya se sabe que no hacer nada cansa, pero llevarlo a semejante extremo... FOTO: fraga, abrigada para no coger de frío de estar parada | aec