Aunque los datos de afiliación reflejan un descenso paulatino y sostenido en el número de cotizantes al RETA, la realidad es que siguen siendo muchas las personas que optan por el autoempleo. El último dato de explotación del Boletín Oficial del Registro Mercantil publicado por el Instituto Galego de Estatística, correspondiente a marzo, revela una cifra récord: ese mes se crearon en las tres comarcas 33 nuevas sociedades, el número más alto desde que se tienen datos, hace una década y media.
Desde finales de 2022, Ferrol cuenta con un Polo de Emprendemento, una herramienta creada por la Consellería de Economía para centralizar el asesoramiento y acompañamiento de los proyectos empresariales en las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal. Según informa el departamento que dirige María Jesús Lorenzana, desde entonces, los profesionales que trabajan en el Polo, localizado en el CIS Tecnoloxía e Deseño de A Cabana, han atendido un total de 353 proyectos.
Entre estos hay muchas consultas y también demanda de información, en diferentes niveles, pero, además, hasta en 54 ocasiones esa labor del Polo de Emprendemento ha llegado al acompañamiento, es decir, ha ayudado a la creación de entidades jurídicas.
Por sectores de actividad, el predominante en asesoramiento y acompañamiento, según la información aportada por la Consellería de Economía, es el comercio (un 24%), seguido de los servicios (20%) y la hostelería (15%).
En cuanto al perfil por sexo y edad, son mayoritariamente las mujeres las que se acercan a pedir ayuda –un 61% del total de personas atendidas– y casi en la misma proporción –un 59%– se encuentran en la franja de edad que va desde los 35 a los 55 años.
El Polo de Emprendemento está situado en el CIS Tecnoloxía e Deseño de A Cabana. Es uno de los quince que están activos en este momento en toda Galicia y en el que se centralizan todas las actuaciones relacionadas con las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal, pero no solo. Las personas emprendedoras interesadas en recibir asesoramiento y que tengan su domicilio en otros 19 concellos –Miño, Vilarmaior, Aranga, Oza-Cesuras, Betanzos, Coirós, Curtis, Irixoa, Paderne, Vilasantar; Abegondo, Carral, Arteixo, Bergondo, Cambre, Culleredo, Oleiros, Sada y A Coruña– también serán redirigidos al Polo de Ferrol para recibir información y asesoramiento sobre la idea que quieran materializar.
Después del máximo mensual histórico que marcó el mes de marzo, en abril se ha ralentizado la constitución de sociedades en las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal, según los actos inscritos en el Boletín Oficial del Registro Mercantil de A Coruña. Así, a lo largo del mes pasado fueron 13 las empresas creadas, de las cuales cinco tienen su domicilio social en la ciudad de Ferrol, otras tres en Narón y el resto se reparten entre Ortigueira, Cedeira, As Pontes y Neda. Por tipología, destacan dos que tienen como objeto social la tenencia y gestión de participaciones sociales de sociedades filiales y participadas, ambas en la ciudad, así como las actividades incluidas en el ámbito inmobiliario y de la construcción. Los trabajos relacionados con la madera y la silvicultura, la gestión de hotelería, las instalaciones deportivas y actividades recreativas, la seguridad, la restauración y la hostelería son los otros sectores a los que se dedicarán las trece entidades creadas en Ferrolterra a lo largo del mes de abril, según se desprende de los datos inscritos en el Boletín del Registro Mercantil.
Elena Tomé, servicio de láser avanzado –https://elenatome.com/– abrió sus puertas el año pasado en la calle Pontevedra en Santa Icía, en Narón, y lo hizo con el asesoramiento del Polo de Emprendemento. Su caso es un tanto atípico, pues llevaba una década como autónoma prestando servicios en distintos centros de la zona a través de una fórmula de la que es muy partidaria: el coworking.
Sin embargo, como ella misma explica, la maternidad supuso un punto de inflexión. “Puedo decirte que en 2022/2023 estaba yendo a 14 sitios en toda la comarca, incluidos As Pontes y Cedeira, y lo que hice fue abrir mi negocio, pero sigo trabajando en coworking, aunque en menor medida”. En su decisión, la necesidad de conciliar fue determinante y con ese condicionante y con la idea de “expandir el negocio, escalar mi nombre”, pidió asesoramiento en el Polo. La experiencia con este instrumento que ofrece la Consellería de Economía fue muy positiva para Elena Tomé, que subraya “la información tan completa que te dan, incluidas las ayudas a las que tienes derecho”.
Llevo una década trabajando en coworking y tengo que decir que es muy favorecedor
La realidad es que Elena ha reforzado su marca y que su negocio está consolidado. Además, al implantar la manera de trabajar “por citas” también le ha permitido conciliar, “que es lo más importante: tener un trabajo digno y que te guste y que sea compatible con tu vida familiar”.
Por ello recomienda a todas las personas “que tienen un sueño que lo persigan para intentar cumplirlo”, si bien, precisa, “quiero ser honesta y decir que tiene una parte mala: empezar de cero es muy difícil, necesitas una inversión y las ayudas son limitadas. A veces, con el esfuerzo no basta”, añade. En su caso no partió de cero y esa década larga de experiencia en el sector fue determinante. “No abrí la puerta a esperar que la gente entrara: tenía una clientela, había trabajado en varias clínicas y centros...”, dice.
En ese sentido, Tomé recalca todo lo positivo que le ha aportado el coworking. “Para mí es muy favorecedor y seguiré trabajando de esa manera”, apunta, aunque cree que no es igual de factible en todos los sectores. Además, asegura que para ganar visibilidad es “muy importante moverse mucho por redes sociales”.
Mónica Marín abrió el pasado verano en la avenida da Paz Coremae Estudio de pilates y ejercicio funcional –https://www.instagram.com/coremaestudio–. Los tres años anteriores había trabajado en otros tantos centros por cuenta ajena, pero consideró que había llegado el momento de dar el paso. “Abrir tu propio negocio siempre es como un sueño”, explica, “y tengo la suerte de dedicarme lo que realmente me gusta. He trabajado en otras cosas, pero esto es lo mío, lo que siempre me encantó y para lo que de verdad creo que valgo”. Para Mónica, la confianza de sus alumnos –además del apoyo de la familia– fue clave. “Me fueron siguiendo de centro en centro según me iba cambiando”, recuerda, “y me animaron a establecerme por mi cuenta. Esa confianza que a veces le falta a una me la transmitieron ellos”.
La propietaria de Coremae incide mucho en el “trato personal”. Es, de hecho, el factor decisivo “La gente se habitúa a ti, a tu forma de dar clase, deposita en ti su confianza”, comenta, “y yo intento ayudarles a mejorar en los problemas que tienen y cada uno de ellos es muy importante. Hablo mucho con ellos: Cada uno de mis alumnos es un tesoro para mí”.
Desde la pandemia nos preocupamos mucho más por estar bien, por el autocuidado
Con un alumnado fiel, el siguiente paso era hacer realidad el estudio. “En el Polo de Emprendemento me ayudaron muchísimo. Fue la Fundación Ronsel la que me derivó allí y desde el primer día tanto Susana como Laura fueron mis guías: me escucharon y me asesoraron, con la información muy clarita, con lo que podía y no podía hacer. Son muy proactivas”.
Mónica tiene un mensaje para quienes estén pensando en emprender. “Lo recomiendo, sí, sobre todo si conoces bien el mundo en el que te mueves, porque te va a permitir hacer las cosas como las quieres hacer, pero también creo que depende mucho de la actividad; hay sectores muy complicados, como por ejemplo un comercio de ropa, pero otros los veo mejor”. Entre estos últimos está “todo lo que tiene que ver con la salud y el autocuidado”, un ámbito que, señala, “desde la pandemia va creciendo: cada vez nos preocupamos más por estar bien”, finaliza.