En cuestión de meses, Ferrol se unirá al listado de ciudades gallegas con escaleras y rampas mecánicas en la vía pública. Esta iniciativa, que desde hace décadas se estila en urbes de todo el mundo con características similares a la naval –es decir, una configuración de calles con grandes desniveles que hacen difícil la accesibilidad–, fue estrenada en tierras gallegas por primera vez en A Coruña en 2013, concretamente en la calle Plaza, junto al mercado de San Agustín. A esta se sumaría la ciudad olívica en 2015 con las de la calle II República, dentro del proyecto “Vigo Vertical”; y Ourense en 2023 con la rampa de la calle Concordia.
En el caso de Ferrol, el primer acceso proyectado de estas características fue anunciado el pasado 24 de marzo tras la celebración del Consello da Xunta en Ferrol. El presidente del gobierno gallego, Alfonso Rueda, compareció ante los medios después de la mencionada reunión para hacer público un convenio con el Concello para la “rexeneración urbana” de Ferrol que contemplaba una inversión de 12 millones de euros –de los cuales tres provendrían de fondos municipales– para acometer 19 intervenciones en múltiples barrios de la ciudad.
Aunque pudiera parecer una ocurrencia siguiendo la tendencia de otras ciudades, las escaleras mecánicas entre Canido y A Magdalena –que finalmente se situarán en la conexión entre ambas zonas de la calle Méndez Núñez– es una vieja demanda de la AVV del “barrio alto” ferrolano. Tal y como explica Roberto Taboada, presidente de la entidad, las primeras peticiones para la instalación de este elemento surgieron en 2017, durante el mandato de Jorge Suárez (FeC).
“Nós comezamos a reclamar este proxecto porque criamos que era un asunto de necesidade e falábamos concretamente das escaleiras mecánicas nese lugar pola cuestión de comunicar os barrios”, detalla, relatando que la propuesta ganó bastante tracción a partir de 2023 gracias a un perfil de la red Facebook creado específicamente para solicitar dicha infraestructura. “Ademais, contactaron con nós para facer unha fronte común para levar ao Concello”, apunta Taboada.
En este sentido, el presidente de la entidad vecinal se muestra crítico con los gobiernos de Jorge Suárez y de Ángel Mato (PSOE), explicando que “a ámbolos dous lles trasladamos o noso sentir, como un proxecto non inmediato, pero si de futuro”, pero que en ninguno de los casos “houbo receptividade”.
Por otra parte, su homólogo de la AVV de A Magdalena, Pedro Sanz, también mostró su satisfacción ante la propuesta, apuntando a que se trata de “un deseo” de los vecinos, especialmente de aquellos de más edad residentes en Canido. “Estas escaleras servirán sobre todo para lograr que la gente mayor que acude a pie a A Magdalena no tenga que castigar el cuerpo subiendo al barrio por las empinadas calles Terra, o A Coruña o por las escaleras del final de Méndez Nuñez”, relata, incidiendo en que la iniciativa unirá “mucho más” ambas zonas de la ciudad naval.
No obstante, el representante también advierte a la administración local de que contar con este equipamiento supone una responsabilidad ineludible en cuestiones de “atención técnica, limpieza e incluso vigilancia”.
Si bien las escaleras proyectadas son una de las principales demandas de la AVV de Canido, Roberto Taboada insiste en que su instalación no puede marcar el final de una reclamación, sino el inicio de un modelo de ciudad que define, siguiendo el ejemplo vigués, como “Ferrol vertical”.
En este sentido, el representante señala que estos dispositivos no solo benefician a las personas mayores, sino también a los vecinos con movilidad reducida o aquellos con un carrito de la compra o de bebé “que padecen esas cuestas, que non son sinxelas de salvar moitas veces”. “Eu creo que hai que darlle un pouquiño máis de impulso con outros sistemas combinados de escaleiras e rampas como teñen outras cidades facilitaría esa unión de barrios”, afirma, subrayando que esto también afectaría al área de Ferrol Vello –donde, además, la Autoridad Portuaria instalará otras junto al Baluarte de San Xoán–.
En cuanto al proyecto en sí, la propuesta municipal busca un modelo híbrido, con escaleras peatonales en paralelo a las mecánicas –que serán solo de subida– en el segmento entre Méndez Núñez y la calle Rampa, que a su vez estarán divididas en tres tramos con sus correspondientes rellanos. La segunda parte, que conecta este último vial con la avenida Doutor Fleming en paralelo al CEIP Cruceiro de Canido, mantendrá la configuración actual, pero renovada. Así, se construirá una rampa, también por tramos, con una inclinación inferior al 9% con segmentos perpendiculares al 2%.