El trabajo en Japón ya es para llorar

El trabajo en Japón ya es para llorar

O los efectos de las bombas de Hiroshima y Nagasaki han sido en diferido –como los finiquitos en el PP– o las consecuencias del accidente de Fukushima han sido mucho más perniciosas de lo que se pensaba. Resulta que a los empresarios les ha dado por organizar sesiones de llanto entre sus empleados para que, una vez repuestos, su concentración laboral sea mayor. Mientras lloran, expertos “enjugalágrimas” –la firma Ikemeso Office tiene a los mejores del mercado– secan las bágoas con un pañuelo. Anda que si los contratan para la fiesta de graduación de una academia de plañideras... FOTO: un japo seca las lágrimas a una japo | ikemeso office

El trabajo en Japón ya es para llorar

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