Ya pueden los padres españoles cruzar mucho los dedos para que no haya un positivo en clase de sus hijos. Si es el caso y los niños tienen que hacer cuarentena obligatoria, pero sin estar infectados, los progenitores no tienen derecho a una baja para quedarse con ellos en casa. Sus opciones son acogerse al plan Me Cuida, que les permite reducir su jornada, confiar en la bondad de algún familiar o gastar parte de sus vacaciones, como ya hicieron muchos durante el confinamiento. Ya tienen un motivo más para exigir que el protocolo de vuelta a clase sea algo más que un plan lleno de fisuras. FOTO: un aula preparada para recibir alumnos | efe