Para que luego hablemos de los atascos en Madrid en hora punta, 369 buques de considerables dimensiones se apelotonaban en el acceso a uno y otro lado del canal de Suez a la espera de que el “Ever Given” abriese barrera, como en el parchís. Suerte de luna llena y marea alta, si no, igual alguno se pasaba la Semana Santa de penitencia en Egipto. Y otros, flagelándose por las pérdidas económicas. Que lo que para nosotros puede ser un retraso en el pedido de Amazon a nivel empresarial, con materias primas y suministros tecnológicos parados, podría ser devastador. Nos hemos librado de una buena.