Historias para no dormir

Imaginen un país donde los que pierden siempre ganan. Piensen que los que pierden siguen con todo atado y bien atado. Dictan las leyes –por ejemplo, la que permite pudrir una serie de asuntos para conseguir la “prescripción del delito”– y donde por cuota, se eligen a los administradores de la justicia. Además, esos que siempre ganan, cuentan con las cloacas del Estado, donde la policía inventa delitos a los rivales políticos mientras tapa sus propias miserias. Y todo eso se lava con lo que ahora se conoce como “el lado oscuro de la prensa”. Y a todo esto pueden sumar la bendición de la iglesia de Roma con su Código Canónico, y la necesaria concomitancia con el poder económico, el auxilio de alguna de las instituciones creadas a imagen y semejanza de quienes llevan ganando años y años en medio de la mentira y el cinismo.
No les quiero quitar el sueño, pero en este país nuestro tenemos políticos que son capaces de cualquier cosa –¡por España mato!– como por ejemplo recoger los votos de quienes ayer eran sus enemigos (Cs con Vox, sin necesidad de otros ejemplos), pues ¡no pueden prohibir a nadie que les voten!, salvo al PSOE, al que le señalan con quién debe pactar.
Al tiempo la actualidad sigue llenando las cloacas: la Audiencia Nacional investiga el robo de documentos a Luis Bárcenas, por la policía de Fernández Díaz y Rajoy, que comprometen al Gobierno de Mariano.
El lado oscuro de la profesión periodística y la existencia de prácticas de soborno y extorsión a medios de comunicación con el piadoso Fernández Díaz de ministro de Interior, según testimonios de varios periodistas, señala a la política “marianista” que premiaba con publicidad institucional a los medios afines.
En esa lucha desigual están los medios y los profesionales que –jugándose el puesto unos y dejando de ganar dinero otros– descubrieron las cloacas del poder y pusieron negro sobre blanco los amoríos y negocios de Juan Carlos I y la princesa Corinna; desmontaron las operaciones torticeras del Gobierno de Rajoy para desprestigiar a los nacionalistas catalanes y a la gente de Podemos.
Ganan cuando pierden. Ahí tienen otra: el PP logra que los medios de comunicación no puedan grabar el juicio de los discos duros de Bárcenas, pues “generaría un juicio paralelo en la sociedad  fomentando un veredicto adelantado de culpabilidad”. Esta son historias –hechos probados– que a cualquier ciudadano de bien no le deja dormir.

Historias para no dormir

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